Más mareo videoclipero, más complicaciones argumentales, más acción, pero menos originalidad. La fórmula básica es la misma, y el resultado no anda lejos: se te encogerán las pelotillas.
Quizás no me sorprendió tanto como la primera porque, habiéndola visto anteriormente, ya estaba yo alertado de las trampichuelas. Y hay otra cosa que me molesto un poquillo: el desarrollo en la casa está prácticamente calcado de CUBE (incluso el inicio de la película presentándonos una de las trampas/pruebas es similar al de CUBE), y el montaje aclaratorio final, de "El sexto sentido", aunque más tramposo por no ser el protagonista el que lo recuerda todo, es decir, por ser el director el que da la información cuando le viene en gana a un espectador que resulta que era omnisciente sin saberlo (desde luego se trata de una trampa efectiva, no me malinterpretéis, pero es una trampa).