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Cine negro. Intriga. Thriller
Tras suicidarse, el policía Tom Duncan deja una carta en la que confiesa haberse dejado sobornar por una banda de gángsters, pero también denuncia la corrupción de altos funcionarios. Cuando el sargento Dave Bannion trata de esclarecer su muerte tropieza con toda clase de obstáculos. (FILMAFFINITY)
28 de enero de 2007
75 de 88 usuarios han encontrado esta crítica útil
Toda una obra maestra del cine azabache con algunos de los ingredientes de este elegante género modificado por la sabia reconducción de este espléndido cineasta austríaco, uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán de comienzos del siglo XX, por ejemplo al invertir el tradicional papel de femme fatale ó en expresión castiza "mujer fatal", por un hombre fatal (e incluso si se prefiere la expresión por un hombre gafe), pues todas las mujeres con las que entra en contacto el personaje central masculino de la obra, el sargento del departamento de homicidios de la policía de la irreal ciudad de Kenport (interpretado de manera magistral por Glenn Ford), Dave Bannion, caen en desgracia.
El excelente guión fue escrito por el reportero de sucesos, guionista y productor norteamericano Sydney Boehm por el que recibió el premio Edgar al mejor guión en 1954, y para ello se basó en un serial del Saturday Evening Post del novelista y guionista para tv norteamericano William P. McGivern, quien posteriormente, en 1952, se encargaría de refundarlo en una novela homónima en su titulación original en inglés ("The big Heat") que en su tiempo causó bastante impacto y conmoción.
Al excelente guión, se une una maestría absoluta y un ritmo narrativo apoteósico, complementado por la extraordinaria ambigüedad moral de unos personajes que rallan por momentos la difícil línea de lo legal y lo ilegal, lo moral y lo inmoral.
Además en los aspectos técnicos la película no se queda atrás, pues a la intrigante banda sonora ensamblada por Daniele Amfitheatrof, se une una extraordinaria fotografía en blanco y negro a cargo de Charles Lang (que nada tiene que ver con Fritz) llena de sutiles y brillantes reminiscencias del famoso expresionismo del director austríaco.
Sin duda alguna esta es una magna obra paradigmática, influyente en la cinematografía posterior y de la que muchos cineastas se encargaron de encumbrar a la cima del olimpo del film noir.
Como dato anecdótico señalar la presencia de la hermana de Marlon Brando, Jocelyn Brando, interpretando el papel de amante esposa y "dulce degustadora" (compartiendo con su marido sorbos de cerveza, trozos de enormes bistecs, caladas de cigarros...etc) de los hábitos de su marido, el referido sargento de homicidios, Dave Bannion.
El mundo del crimen organizado forma un conglomerado donde hay mucho pez gordo implicado, hasta que alguien en un ataque de dignidad decide poner punto final al asunto.
Aunque como muy bien se encargó de señalar el personaje de la intrigante y maléfica Bertha Duncan (Jeanette Nolan) en una famosa frase que en EEUU se convirtió en el reclamo publicitario o tagline de la película; "Alguien va a pagar por ésto...porque se olvidó de matarme..." nos pone en antecedentes de lo que estamos a punto de ver
O B R A M A E S T R A
El excelente guión fue escrito por el reportero de sucesos, guionista y productor norteamericano Sydney Boehm por el que recibió el premio Edgar al mejor guión en 1954, y para ello se basó en un serial del Saturday Evening Post del novelista y guionista para tv norteamericano William P. McGivern, quien posteriormente, en 1952, se encargaría de refundarlo en una novela homónima en su titulación original en inglés ("The big Heat") que en su tiempo causó bastante impacto y conmoción.
Al excelente guión, se une una maestría absoluta y un ritmo narrativo apoteósico, complementado por la extraordinaria ambigüedad moral de unos personajes que rallan por momentos la difícil línea de lo legal y lo ilegal, lo moral y lo inmoral.
Además en los aspectos técnicos la película no se queda atrás, pues a la intrigante banda sonora ensamblada por Daniele Amfitheatrof, se une una extraordinaria fotografía en blanco y negro a cargo de Charles Lang (que nada tiene que ver con Fritz) llena de sutiles y brillantes reminiscencias del famoso expresionismo del director austríaco.
Sin duda alguna esta es una magna obra paradigmática, influyente en la cinematografía posterior y de la que muchos cineastas se encargaron de encumbrar a la cima del olimpo del film noir.
Como dato anecdótico señalar la presencia de la hermana de Marlon Brando, Jocelyn Brando, interpretando el papel de amante esposa y "dulce degustadora" (compartiendo con su marido sorbos de cerveza, trozos de enormes bistecs, caladas de cigarros...etc) de los hábitos de su marido, el referido sargento de homicidios, Dave Bannion.
El mundo del crimen organizado forma un conglomerado donde hay mucho pez gordo implicado, hasta que alguien en un ataque de dignidad decide poner punto final al asunto.
Aunque como muy bien se encargó de señalar el personaje de la intrigante y maléfica Bertha Duncan (Jeanette Nolan) en una famosa frase que en EEUU se convirtió en el reclamo publicitario o tagline de la película; "Alguien va a pagar por ésto...porque se olvidó de matarme..." nos pone en antecedentes de lo que estamos a punto de ver
O B R A M A E S T R A
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Arranca la película con la escena del suicidio del policía del departamento de información de la ciudad de Kenport, Tom Duncan, sentando en su escritorio, y la lenta bajada por las escaleras de su mujer, la repelente Bertha Duncan (Jeanette Nolan) de la que al parecer se estaba separando.
Acto seguido Bertha que acaba de leer un carta incriminatoria que su marido deseaba haber enviado al departamento de justicia de la ciudad para poner fin a a la ignominia de la que él formaba parte, decide utilizarla en beneficio propio para sobornar a toda una red del crimen organizado, entre cuyas partes se encontraban importantes y respetables miembros de la alta burguesía de Kenport.
La primera llamada de Bertha es para el jefe de todo el tinglado, el mafioso Mike Lagana (Alexander Scourby) a cuyas órdenes tiene a los esbirros Larry Gordon (Adam Williams), y sobre todo al chulesco y duro Vince Stone (Lee Marvin), quien siempre se encuentra jugando a las cartas con sus amigos en su propia casa, mientras su paciente y casquivana novia, Debby Marsh (Gloria Grahame), pasaba el tiempo como mejor podía.
Pillados hasta las trancas, la banda de Lagana entre cuyas fauces se encuentra el influyente comisionado de la policía, el sr Higgins (Howard Wendell), tejerá una serie de torticeros planes para mantener contenta a su reciente chantajeadora, la sra Duncan.
Entre esos planes se encuentran el persuadir al sargento de homicidios al cargo del caso, el sr Bannion, de no presionar demasiado a la interfecta viuda, quien se ha constituído una especie de seguro de vida por valor de un millón de dólares, al esconder la implicatoria carta de su marido en un banco y utilizarla si ello fuera necesario en caso de un posible asesinato.
Pero los planes se salen de madre, y el torpe esbirro de Lagana, Larry comete un "error imperdonable" al matar a la esposa de Bannion, Katie (Jocelyn Brando) con una bomba lapa en el coche.
A partir de entonces Bannion, quien acaba de ser despojado de su cargo de policía por influencias de Lagana se toma el asunto de manera harto personal.
Para ello entablará relación con la novia de Stone, Debbie, para destapar la trama.
Fulanas sospechosamente asesinadas...jarras de café arrojadas sobre los rostros de los novios Vince y Debbie...carnicería final, matándose unos a otros en cadena... y Bannion saliendo finalmente vencedor y recuperado para la causa policial.
Acto seguido Bertha que acaba de leer un carta incriminatoria que su marido deseaba haber enviado al departamento de justicia de la ciudad para poner fin a a la ignominia de la que él formaba parte, decide utilizarla en beneficio propio para sobornar a toda una red del crimen organizado, entre cuyas partes se encontraban importantes y respetables miembros de la alta burguesía de Kenport.
La primera llamada de Bertha es para el jefe de todo el tinglado, el mafioso Mike Lagana (Alexander Scourby) a cuyas órdenes tiene a los esbirros Larry Gordon (Adam Williams), y sobre todo al chulesco y duro Vince Stone (Lee Marvin), quien siempre se encuentra jugando a las cartas con sus amigos en su propia casa, mientras su paciente y casquivana novia, Debby Marsh (Gloria Grahame), pasaba el tiempo como mejor podía.
Pillados hasta las trancas, la banda de Lagana entre cuyas fauces se encuentra el influyente comisionado de la policía, el sr Higgins (Howard Wendell), tejerá una serie de torticeros planes para mantener contenta a su reciente chantajeadora, la sra Duncan.
Entre esos planes se encuentran el persuadir al sargento de homicidios al cargo del caso, el sr Bannion, de no presionar demasiado a la interfecta viuda, quien se ha constituído una especie de seguro de vida por valor de un millón de dólares, al esconder la implicatoria carta de su marido en un banco y utilizarla si ello fuera necesario en caso de un posible asesinato.
Pero los planes se salen de madre, y el torpe esbirro de Lagana, Larry comete un "error imperdonable" al matar a la esposa de Bannion, Katie (Jocelyn Brando) con una bomba lapa en el coche.
A partir de entonces Bannion, quien acaba de ser despojado de su cargo de policía por influencias de Lagana se toma el asunto de manera harto personal.
Para ello entablará relación con la novia de Stone, Debbie, para destapar la trama.
Fulanas sospechosamente asesinadas...jarras de café arrojadas sobre los rostros de los novios Vince y Debbie...carnicería final, matándose unos a otros en cadena... y Bannion saliendo finalmente vencedor y recuperado para la causa policial.