Inaudita acumulación de despropósitos y torpezas. Hago un esfuerzo, pero no creo que nada se salve en esta fallida, bochornosa película de ciencia-ficción terrorífica: el guión es tópico, deficiente y está mal estructurado, los personajes carecen de entidad y su desarrollo psicológico es inexistente o inverosímil, las escenas de terror infunden de todo menos miedo y la dirección de Robert Wilson está subordinada a una voluntad que se revela completamente contraproducente: el ahorro presupuestario. Para no gastarse esos cuartos que sin duda no tiene, el film decide no explicitar las escenas de acción o de impacto; esto está bien si sabes crear tensión a través de lo que no se ve (Tiburón, Alien), pero si no tienes el talento suficiente te puede pasar lo que le pasa a Wilson: que caes en el aburrimiento supino e incluso en la estafa al espectador.

Porque yo, como aficionado al cine de terror (incluido el de bajo presupuesto), me sentí engañado por Warriors of Terra. Acepto que se reserven para el final los platos fuertes, pero que éstos no tengan lugar en ningún momento no, por ahí no paso. En Warriors of Terra hay escenas clave en las que no se ve lo que pasa, muertes que deben ser contempladas y sin embargo acontecen en off para ahorrar un poco de dinero. Todo lo referente a la acción es extremadamente confuso, llegando incluso a repercutir en la trama haciéndola incomprensible o vaciándola de interés. Además, las interpretaciones (con un penoso Edward Furlong en plan yonqui chungo a la cabeza) son flojísimas, la bicha es un remedo del fantasmón greñudo de The ring y la historia es una absurdidad previsible y topiquísima que ni siquiera puede beneficiarse de una pizca de sentido del humor. En fin, una cosa solemne y penosa que conviene olvidar lo antes posible.

Lo mejor: un comienzo que, sin ser nada del otro mundo, promete al menos alguna muerte decente.
Lo peor: la tipa monstruo (patética) y el enfoque de Wilson.