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España España · Barcelona
Voto de David MS:
3
Terror. Thriller A mediados de los años 70, los miembros de una secta cometen un suicidio en masa. Cynthia, una joven del grupo, sobrevive y es ingresada en un hospital. Después de permanecer 13 años en coma, Cynthia no puede recordar el terrible incidente. Poco a poco, con la ayuda de su psiquiatra, empieza a recordar lo sucedido pero en su mente se mezcla el sueño y la realidad hasta llegar a no poder distinguir claramente las dos cosas. En estas ... [+]
1 de enero de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Producida por Gale Anne Hurd, productora de Terminator y Aliens, Visiones: 13 Años Después es un largometraje de terror dirigido por Andrew Fleming, quien tendría un éxito efímero después con Jóvenes y Brujas. Cuenta con un reparto donde encontramos nombres habituales en el cine de terror de serie B como Jennifer Rubin (Pesadilla en Elm Street 3, Asesinos Cibernéticos), Bruce Abbott, repitiendo el papel de doctor que también encarnaba en la única película por la que será recordado, Reanimator, y como tercero en discordia un encasillado villano de la época como Richard Lynch (Invasión USA).

La trama de la película es algo irrelevante pues solo sirve para situar la acción y hacer que un grupo heterogéneo de enfermos mentales (pues todo sucede en un hospital psiquiátrico) vaya cayendo uno por uno por el malo de turno en un 'body count' sangriento. En este caso, se trata del fallecido líder de una comuna hippie que predica porque la felicidad se encuentra en la muerte, que mediante las visiones a las que hace referencia el título quiere llevarse consigo a la prota (Rubin), una miembro de su secta que sobrevivió a un suicidio colectivo de la comuna, despertada de un coma trece años después.

Nada a destacar de esta Visiones, 13 Años Después, anodina y olvidada producción de terror de los años ochenta en la línea de películas como Pesadilla en Elm Street, de la que empieza pareciendo un sucedáneo para acabar en su tercer acto como un trillado thriller de 'mad doctors'. Por desgracia para la película, ni el diseño de las muertes llega a la originalidad de la saga iniciada por Wes Craven, ni Andrew Fleming consigue mantener el interés con su dirección y libreto (escrito en comandita con Steven de Souza).

Los actores tampoco están mucho mejor, ¿Qué salvar pues? Su poca duración, y sus créditos finales, porque quiere decir que la peli se ha acabado, y porque cuenta con las notas musicales del Sweet Child O’ Mine de Guns N’ Roses, para acabar por lo menos con un buen sabor de boca musicalmente hablando.
David MS
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