The Witnesses (Los Testigos) es una novela de Anne Holden -que la verdad, ni idea de quién es- base de lo que acabó siendo Falso Testigo, una de las primeras películas del a veces apreciable Curtis Hanson (L. A. Confidential), aquí también adaptando el libreto. El protagonista es un actor de moda de los años ochenta en que se realizo, Steve Guttenberg, que tuvo unos cuantos años de éxito con producciones como Loca Academia de Policía (1984), Cocoon (1985) y Cortocircuito (1986); le acompañan Elizabeth McGovern (La Loca Aventura del Matrimonio) e Isabelle Huppert (La Pianista).

La suma del título original, The Bedroom Window, con el que se le puso en España, Falso Testigo, sintetiza bien la sinopsis de lo que va la peli. Los personajes de Guttenberg y Huppert son amantes y quieren llevar la relación con discreción porque ella está casada; ella misma, desde la ventana de la casa de él es testigo de un fallido intento de asesinato a una chica (McGovern). Como no quiere dar la cara para que no se haga público el affaire, es él el que se presenta a la policía como testigo, el falso testigo del título.

Otra vuelta de tuerca a La Ventana Indiscreta de Alfred Hitchcock, no la única de la década de los ochenta por cierto -Doble Cuerpo (1984) de Brian De Palma también lo fue-. Falso Testigo se trata de una buena película de suspense, y como en el buen cine de este género, lo es por un guion que aunque recicla la obra maestra de Hitchcock, no la calca y la lleva por un camino diferente con no pocas sorpresas y giros de guion, siempre complicando más la existencia del protagonista.

Lo mejor: casi la totalidad de guion, la labor de Curtis Hanson en la dirección -escenas como la persecución de Guttenberg al asesino, cómo el mismo prota se imagina que comete los crímenes el malo, y visualmente, el último encuentro con el personaje de la Huppert, con unas peceras de fondo-. Elizabeth McGovern, tras haberla visto en versión original, convence como secundaria.

Lo malo: el clímax, tan funcional como previsible. No obstante, el lastre de Falso Testigo es tener un actor blandengue como Steve Guttenberg en el papel protagónico, intérprete siempre anclado en el género de la comedia (mala), que aquí no resulta convincente -incluso cuando el personaje debería estar pasándolas putas, él no quita la cara de chiste que usaba como Mahoney en Loca Academia de Policía-.

El remake: Kevin Williamson, guionista de Scream, planea uno con la actriz de The Big Bang Theory, siempre según Wikipedia.