Sí, supongo que esa debe de ser la explicación. Hace algunos años me hubiera tragado semejante bodrio e, incluso, me hubiera descojonado de la risa ante semejante sarta de despropósitos. Caspa pura y dura, incompetencia total a la hora de filmar una demencial historia que no se sostiene ni a tiros. Como muy bien dijo mi compañero de crítica, al principio uno de los protagonistas coge un teléfono móvil... ¡al revés!. Pero es que no se cortan ni un pelo, no es aquello que se ve fugazmente y que solamente localizan los espectadores más avispados. No, la cosa canta como una almeja. Luego, el armamento. Una especie de metralletas de plástico del Todo a Cien que lanzan unos cutre-rayos que hubieran hecho avergonzarse a los más denostados directores de Ciencia-Ficción de Serie Z de los años 50. Las interpretaciones son de vergüenza ajena (atentos a ese oficial con melenas y bigotillo que le da un cierto aire al actor porno Ron Jeremy con algunos kilillos de menos), la historia es tan surrealista que a los 15 minutos optas por tratar de entenderla. Las ¿batallas? y ¿peleas? son de un cutre que ni siquiera "superproducciones" como "Kárate a muerte en Torremolinos" consiguen hacer mejores. De pena total. Realmente el tema "zombi" está bastante mal, pero y uno se traga lo que le echen, pero es que esto es como para coger al ¿director?, correrlo a boinazos y prohibirle que se acerque a una cámara a menos de 100 kilómetros. Eso, una orden de alejamiento para este infame perpetrador de guarreridas fílmicas. Señores, ni la Troma ha conseguido llegar a tales extremos de cutrez. Posiblemente una de las peores películas que he visto en mi puñetera vida. ¿Plan 9 from Outer Space? Una maravilla al lado de este bodrio, señores, una obra maestra. ¡A trabajar en la obra, por inútil e incompetente!