''.La vida pasa rápido como las montañas de un paisaje y un día te despiertas y no sabes como has llegado ahí. Y te preguntas; ¿cuanto tiempo he dormido?, ¿donde he estado?. Y no ahí nada reconocible. Todo es diferente respecto a la ultima vez que te despertaste. Los años han pasado y los años siguen pasando y de repente entiendes con absoluta precisión que vas a morir. Y entonces debes tomar una decisión. Volver a dormir esperando que la próxima vez que despiertes lo hayas resuelto todo y seas feliz o permanecer despierto, luchar contra el entorno insatisfactorio que te rodea y crear algo. Lo que sea. A lo que amar.Yo nací con el viento en contra. Ponen mi nombre a los huracanes. Si te escondes de la muerte, te escondes de la vida.Me llamo Emily''




Bajo esta interesante premisa nace la película de Simon Fitzmaurice, un film que no tiene muchas pretensiones pero que sabe cumplir a la perfección las expectativas que promete. De este modo, nos adentramos en la historia de una huérfana que vive un viaje de descubrimiento personal para encontrar a su padre que esta recluido en un psiquiátrico. La acompañara un compañero de clase que ha caído fascinado ante sus encantos y que esta perdidamente enamorado de ella. ''Mi nombre es Emily'' es una película valiente que nos habla de como afrontar el duelo, la perdida y la depresión. Y que nos viene a decir que aunque ni siquiera nosotros lo creamos, siempre hay motivos de sobra para creer en la vida y amarla por lo que es. Aunque a veces nos parta y nos fragmente en mil pedazos.
La elección de Evanna Lynch para el papel de Emily no podría haber sido mejor. A pesar de su poca experiencia en el mundo del cine consigue plasmar de forma brillante el papel de una adolescente incomprendida que debe lidiar con lo mas terrible de la existencia y arrojar la coraza que hasta entonces la ha estado protegiendo de los demás.

Cine sencillo pero terriblemente bello. Y es que a veces los mejores regalos vienen en el paquete mas pequeño.