Demencial película vampírica con ribetes cómicos coprotagonizada por una imposible Grace Jones como vampiresa jefa. Tres jóvenes desean contratar a una bailarina de striptease porque piensan que así conseguirán entrar en una de las hermandades de la universidad. Sin embargo, el local al que acuden es un antro de poca monta infestado de strippers vampiresas que les atacarán para alimentarse de su preciada sangre.

El argumento es un disparate que no hay por donde cogerlo, de ahí que la película sea una sinsorgada de tomo y lomo. El guión parece escrito por un tipo cuyos padres son hermanos. El final sorpresa es una chorrada absurda. Grace Jones con colmillos está más fea que el Fary chupando un limón. Billy Drago no se sabe qué pinta en la trama y el resto de los actores son penosos incluida la hermana pequeña de Michelle Pfeiffer, Dedee Pffeifer. En serio no me explico cómo se pudo financiar semejante engendro. Lo único potable son los efectos de maquillaje de Greg Cannom, que con el tiempo se convertiría en uno de los mejores maquilladores de Hollywood. De todas formas si se perdiera la copia original del film, la humanidad no lo lamentaría. ¡Qué película madre mía!