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Voto de JACHi:
8
15 de noviembre de 2012
17 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llevo ya un par de años en los que me propuse criticar únicamente películas de países "especiales", uno diferente cada vez. De esta forma, me he esforzado por ver obras fílmicas que podría calificar de auténticas rarezas, a veces para mi regocijo, a veces para mi desgracia. De Ucrania, de Filipinas, de Perú, de Marruecos, de Irlanda, de Namibia (¡sí, Namibia, increíble pero RED SCORPION, aquella de Dolph Lungdren, es una co-producción de dicho país y EEUU!)... De todo menos de lugares donde hubiese una industria asentada, tipo Inglaterra, Francia o Japón.
Una aventura gratificante pero también agotadora. Porque llevo muchísimo tiempo teniendo unas ganas locas de ponerme a comentar esas pelis que me gustan a mí, "las normales", las de toda la vida, las de pasarlo bien, las de ver con los amigos y no comerse la olla. Luego de tragarme largometrajes escandinavos intimistas, o cintas centroeuropeas de carácter alegórico, profundo y preciosista........ ¡DIOOOOOS, EL CUERPO ME PIDE MARCHAAAA!
¡Dame ahí un Charles Bronson impertérrito, mandando a los típicos macarras al infierno que merecen de un tiro en el pecho! ¡Dame un Leslie Nielsen pulsando el botón equivocado y arrancándole sin querer el vestido a la buenorra de turno! ¡Ponme ya un Conan metiendo estocazos a los esbirros del Monstruo Final! ¡¡¡DAME ACCIóN, DAME GUERRA, DAME RISA, DAME A RAMBO, DAME A JOHN McCLANE, DAME A ROBOCOP, DAME A KICKBOXER!!!
Aaaahg... aaaahh... glub... aaaahhh (jadeos de recuperación).
Vale, ok, ya estoy bien, perdonad. Que eso, que como una buena americanada y unas palomitas no hay nada en el mundo. Tú ponme una de acción, de tiros, sangre, explosiones y ajustes de cuentas, y yo ya seré feliz. Más tarde ya si eso vemos aquella peli belga "de autor" que me has mencionado que iba sobre la obstinación de una madre alcohólica por recobrar su empleo de dependienta en el estanco que regenta su primer ex-marido, el cual vuelve a hacerle tilín, con el conflicto de que ahora él es homosexual y vive en el mismo apartamento que el profesor de filosofía de su hija paralítica. YA SI ESO.
Hoy me apetece ver AMERICAN STRAYS (continúo en 'spoiler').
Una aventura gratificante pero también agotadora. Porque llevo muchísimo tiempo teniendo unas ganas locas de ponerme a comentar esas pelis que me gustan a mí, "las normales", las de toda la vida, las de pasarlo bien, las de ver con los amigos y no comerse la olla. Luego de tragarme largometrajes escandinavos intimistas, o cintas centroeuropeas de carácter alegórico, profundo y preciosista........ ¡DIOOOOOS, EL CUERPO ME PIDE MARCHAAAA!
¡Dame ahí un Charles Bronson impertérrito, mandando a los típicos macarras al infierno que merecen de un tiro en el pecho! ¡Dame un Leslie Nielsen pulsando el botón equivocado y arrancándole sin querer el vestido a la buenorra de turno! ¡Ponme ya un Conan metiendo estocazos a los esbirros del Monstruo Final! ¡¡¡DAME ACCIóN, DAME GUERRA, DAME RISA, DAME A RAMBO, DAME A JOHN McCLANE, DAME A ROBOCOP, DAME A KICKBOXER!!!
Aaaahg... aaaahh... glub... aaaahhh (jadeos de recuperación).
Vale, ok, ya estoy bien, perdonad. Que eso, que como una buena americanada y unas palomitas no hay nada en el mundo. Tú ponme una de acción, de tiros, sangre, explosiones y ajustes de cuentas, y yo ya seré feliz. Más tarde ya si eso vemos aquella peli belga "de autor" que me has mencionado que iba sobre la obstinación de una madre alcohólica por recobrar su empleo de dependienta en el estanco que regenta su primer ex-marido, el cual vuelve a hacerle tilín, con el conflicto de que ahora él es homosexual y vive en el mismo apartamento que el profesor de filosofía de su hija paralítica. YA SI ESO.
Hoy me apetece ver AMERICAN STRAYS (continúo en 'spoiler').
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Y la historia de este film, o de cómo entró en mi vida, es harto peculiar:
En aquellos tiempos, ponían en la 2 de Televisión Española películas de muy diversa naturaleza que hacían las delicias de un espectador ávido de nuevas sensaciones y planteamientos originales como era yo (bueno, últimamente han recuperado esa vieja costumbre). Pues nada, que ponen esta desconocidísima cinta de mediados de los noventa (el director es poco menos que un fantasma), de personalidad puramente estadounidense, de guión increíblemente perfecto, y de realización impactante y singular. Una especie de ópera sucia y mundana, de historias entrecruzadas y (y no desvelo el final) convergentes en un clímax insuperable, explosivo y sencillamente magistral.
Todo ello aderezado por las agradecidísimas interpretaciones de verdaderos "peces gordos" del cine norteamericano: con un Luke Perry (el guaperas-rebeldón de SENSACIóN DE VIVIR) en un papel diametralmente opuesto a su estilo, pero que borda; un Eric Roberts (secundario de oro, joder lo que admiro a este tipo) haciendo de pringadillo con problemas conyugales; un James Russo en su línea de dureza, exageración y sentido del humor; y finalmente, una de las parejas de cine con las que más he disfrutado delante de una pantalla, John Savage y Jennifer Tilly, un amargado vendedor ambulante de aspiradoras que va asesinando a todo potencial cliente que se niega a concederle cinco minutos para explicarle las ofertas, y una angelical y aparentemente indefensa ama de casa que se dedica a su vez a... Bueno, no, mejor vedla vosotros mismos. Y hacedlo si os va lo absurdo, lo surrealista, el humor negro, la parodia y la violencia justificada. Encontradla (cosa no fácil, por cierto) y renegaréis para siempre de Tarantino.
Y volviendo a la historia de cómo la conocí y la reacción que tuve, pues dije, eh, se la voy a poner a mis colegas para ver cómo la encajan. En aquella época los amigos con los que me juntaba para ver pelis eran poco simpatizantes de las fantasías, y no les hacía demasiada gracia salirse del esquema 'Risa fácil-Tetas grandes-Tiros muchos-Sustos fuertes'. Por eso, cuando se la puse y miré atrás un momento, y les vi a todos tirados en el suelo de la risa llorando y sin poder ni respirar, fue cuando llegué a la conclusión:
EL CINE AMERICANO VENCIÓ AL EUROPEO.
En aquellos tiempos, ponían en la 2 de Televisión Española películas de muy diversa naturaleza que hacían las delicias de un espectador ávido de nuevas sensaciones y planteamientos originales como era yo (bueno, últimamente han recuperado esa vieja costumbre). Pues nada, que ponen esta desconocidísima cinta de mediados de los noventa (el director es poco menos que un fantasma), de personalidad puramente estadounidense, de guión increíblemente perfecto, y de realización impactante y singular. Una especie de ópera sucia y mundana, de historias entrecruzadas y (y no desvelo el final) convergentes en un clímax insuperable, explosivo y sencillamente magistral.
Todo ello aderezado por las agradecidísimas interpretaciones de verdaderos "peces gordos" del cine norteamericano: con un Luke Perry (el guaperas-rebeldón de SENSACIóN DE VIVIR) en un papel diametralmente opuesto a su estilo, pero que borda; un Eric Roberts (secundario de oro, joder lo que admiro a este tipo) haciendo de pringadillo con problemas conyugales; un James Russo en su línea de dureza, exageración y sentido del humor; y finalmente, una de las parejas de cine con las que más he disfrutado delante de una pantalla, John Savage y Jennifer Tilly, un amargado vendedor ambulante de aspiradoras que va asesinando a todo potencial cliente que se niega a concederle cinco minutos para explicarle las ofertas, y una angelical y aparentemente indefensa ama de casa que se dedica a su vez a... Bueno, no, mejor vedla vosotros mismos. Y hacedlo si os va lo absurdo, lo surrealista, el humor negro, la parodia y la violencia justificada. Encontradla (cosa no fácil, por cierto) y renegaréis para siempre de Tarantino.
Y volviendo a la historia de cómo la conocí y la reacción que tuve, pues dije, eh, se la voy a poner a mis colegas para ver cómo la encajan. En aquella época los amigos con los que me juntaba para ver pelis eran poco simpatizantes de las fantasías, y no les hacía demasiada gracia salirse del esquema 'Risa fácil-Tetas grandes-Tiros muchos-Sustos fuertes'. Por eso, cuando se la puse y miré atrás un momento, y les vi a todos tirados en el suelo de la risa llorando y sin poder ni respirar, fue cuando llegué a la conclusión:
EL CINE AMERICANO VENCIÓ AL EUROPEO.