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Voto de Uno de los vuestros:
7
Drama En un remoto pueblo de México, la población sólo tiene dos medios para ganarse la vida: un empleo mal pagado en una ensambladora de automóviles, donde trabaja Heli (Armando Espitia), o trabajar para el cártel de droga de la región. Estela (Andrea Vergara), una niña de doce años y hermana de Heli, se ha enamorado perdidamente de un joven, Beto (Armando Espitia), un cadete de la policía que le propone escapar para poder casarse. (FILMAFFINITY) [+]
4 de diciembre de 2013
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Heli no es una película más sobre el régimen del terror de los narcos y su guerra contra la policía y el ejercito mexicano. Heli no cuenta historias de mafiosos que manejan ejércitos de sicarios con actitudes frías y chulescas. Heli no tiene lucecitas, putas, lujos, cocaína esnifada, mujeres guapas que rodean al Jefe del cartel de Sinaloa, coches lujosos, guerra de mafias, tiroteos interminables…
Heli es una historia de niños y jóvenes que han tenido que madurar con urgencia para sobrevivir, de amores con huída hacia delante, de explotados, de chabolas, de terror y silencio.

Amat Escalante, conecta con Los olvidados (Buñuel, 1950) en el retrato de la vida de los habitantes de un poblado sin alma que subsiste del precario empleo de la fábrica de ensamblaje de coches o de ocupar los escalones más bajos del negocio de la droga. Beto de 17 años, enamorado de Estela, 12 , planea la huída de su reducido universo de la única manera posible en ese territorio hostil, el mercadeo de droga sustraída, lo que le va a provocar dramáticas consecuencias a ellos y a su entorno familiar.

El mérito de Escalante es lograr desde el primer momento hacerte prisionero, intencionadamente, de las impactantes imágenes de su film. A primera hora de la mañana, por una carretera poco transitada, una camioneta trasporta dos cuerpos inertes escoltados por siniestros matones. El matón marca la huella de su bota en el rostro ensangrentado del joven herido tumbado en la caja de la furgoneta. En una rápida maniobra detienen el vehículo debajo de una pasarela de peatones que cruza la carretera. Los sicarios descienden rápidamente con uno de los cuerpos y lo cuelgan del puente para escarmiento y advertencia pública. Esto que parece un lugar común en todas las películas de narcos mexicanos, en esta película suena a verdad, a un ejercicio honesto por contar la cruda realidad desde el inicio y de emplazar al espectador a compartir el punto de vista de los protagonistas que viven el problema desde una dimensión diferente a la del estado, la policía y los narcos
Uno de los vuestros
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