Schumacher, ay ay mi querido y nunca bien ponderado Joel Schumacher, de cuántas asquerosidades y películas horrendas deberás notificarte cuando llegues al cielo. Mejor digo, al infierno porque el de arriba en cuanto se ponga a ver todas las felonías que te atreviste a filmar te manda de un patadón directo a quemarte las nalgas allá abajo. Y claro que le estaremos agradecidos que se haga justicia por ser el autor de tantas idioteces. En este caso tenemos a la Roberts otra vez haciendo el papelito de Cenicienta de buen corazón que ní la Madre Teresa se hubiese atrevido, y claro, también es enfermera bue, cuida enfermos es lo mismo, que los títulos universitarios no sirven paná y se mete a tratar de arreglar la vida y la salud de un pobre niño millonario, que por supuesto la recibe en su súper mansión que te caés de espaldas y también le enseña arte y le muestra que los ricos también lloran. Porque el mensaje de la peli (si claro que tiene un mensaje o que se pensaban?) es que el dinero no compra la felicidad y que el amor es más fuerte y que puede lograr vencer todas las adversidades y que si la tenés a la Julia a tu lado hasta el cáncer te puede curar porque es más buena que el agua bendita. Y ésta santa mujer hasta puede lograr que nuestro enfermo pueda follarla a lo bestia por más terminal que sea su enfermedad porque ella es una hacedora de milagros aunque no sepa cuánto es 1+1. Sólo me atrevo a sugerir que el que se anime a ver ésta porquería lo haga bien medicado porque corre el serio riesgo de padecer hiperglucemia.