Personajes "chanantes" pasados por el filtro de Friends. Las vidas que representa son totalmente alejadas de la realidad cotidiana, sin que esto desmerezca el conjunto de la película. Simplemente nos adentra en un mundo donde los personajes están henchidos de sí mismos y no ven más allá de sus egos particulares. Abusa en la repetición de situaciones y se regodea en la búsqueda para ver qué personaje es más extravagante. Sin embargo mantiene la atención, que ya es bastante en una comedia de generación de treintaytantos. Está bien para pasar un buen rato y echar unas risas. Lo de Museo Coconut no es un título gratuito, el que decida verla verá la relación inmediatamente.