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España España · Abroad (de momento)
Voto de Shinboneniná:
6
Drama Narra la historia de Albert Pierrepoint, el último hombre ejecutor de la horca en Gran Bretaña, en los años 30 del siglo pasado. (FILMAFFINITY)
1 de junio de 2008
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta biografía de un personaje tan siniestramente atractivo como el mayor verdugo oficial de un Estado moderno, Albert Pierrepoint, que se llevó por delante la vida de 608 reos, plantea temas bastante interesantes y controvertidos, pero el resultado final es un tanto decepcionante. La recreación de una sociedad rancia, en plena posguerra y racionamiento, en la que algunos individuos hacen el trabajo sucio del aparato represivo, se revela demasiado flemática y fría.
Al parecer, el verdadero Pierrepoint, bastante más apuesto que el actor que lo caracteriza, fue un gran profesional cuya máxima era no llevarse el trabajo a casa. Un artesano de la muerte, vamos. Probablemente para ello su doble vida como showman y dueño de un pub le ayudó bastante, al igual que su apática esposa. Este acercamiento al vals de la muerte no es nada berlanguiano, el humor, negro o de cualquier otro color, está ausente por completo.
A pesar de quitar la vida a individuos tan poco recomendables como los criminales nazis Josef Kramer, la bestia de Belsen, o Irma Grese (y también a algún que otro inocente), llegó a reconocer que con la pena capital sólo se obtenía venganza. Según parece, nunca dio prueba del menor sadismo, ni de que disfrutara con su trabajo. Supo mantener la distancia entre vida profesional y personal, hasta que no pudo aguantar. La eliminación de congéneres debe de acabar creando un cierto estrés. Lo mejor, el momento espantapájaros, y lo peor, el abuso de planos enfáticos y cámara lenta.
Shinboneniná
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