Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de OsitoF:
2
Acción. Thriller Transferido a Detroit para entrenar a un equipo SWAT local a través de un duro régimen, el teniente Paul Cutler -policía de Los Ángeles- se termina metiendo entre los planes de un genio homicida que está protegido por funcionarios del gobierno. (FILMAFFINITY)
12 de junio de 2014
9 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las prácticas cinematográficas que más me revienta consiste en hacer comprar los derechos sobre el nombre de una película de cierto éxito y generar falsas secuelas a partir de ella. Me toca las narices que haya oportunistas que quieran aprovecharse del trabajo de otros para lucrarse y por eso intento ensañarme todo lo posible en las críticas, más por principios que por necesidad de advertencia… ya que en esta época de internet es difícil engañar a nadie y es muy raro encontrar incautos espectadores que no sospechen de una presunta segunda parte de una peli de éxito (“SWAT”) en la que no hay ni uno solo de los protagonistas iniciales, no hay un solo protagonista conocido y no se anuncia en TV.

Tengo la sensación de que si no lo denuncio, fomento estas actividades que no son exclusivas del cine. El mundo del artisteo y de la falsa kultura (con k) en general se presta mucho a esto. Sin ir más lejos, el otro día en el Museo del Orsay, una oportunista llamada Deborah Robertis se aprovechó del cuadro “El origen del mundo” de Gustave Courbet para autopromocionarse saliendo en los periódicos con la coartada de su interpretación particular de lo que es arte. Empecemos con el cuadro en sí no es santo de mi devoción, un desnudo de 1866, de la corriente realista, con un enorme (y realista) primer plano de una vulva. No es, como digo, santo de mi devoción, pero oye, en su época fue transgresor y sin duda es arte. Como la garrapata que es, la ciudadana Robertis tuvo la ocurrencia (y aquí ya cito la noticia de ABC) de: “Con un vestido corto de lentejuelas doradas y sin ropa interior, De Robertis se sentó ante la famosa obra, abrió las piernas y, con ayuda de sus manos, mostró su sexo a los visitantes durante varios minutos”.

No sé qué es más estremecedor:
• La poca vergüenza de algunas frikis.
• La explícita descripción de que la petarda se ayudó de las manos para enseñar el chirri como Dios manda.
• Las declaraciones posteriores de la payasa “Mi obra -bautizada Espejo del origen- no refleja el sexo, sino el ojo del sexo, el agujero negro. Mantuve mi sexo abierto con las dos manos para revelarlo, para mostrar lo que no se ve en el cuadro original”. ¡¡¡Que valor!!!.

En fin. “SWAT 2” es del estilo de Deborah Robertis: una patochada, descomunal, una cutrez absoluta sin algo parecido a una traman, sin presupuesto y sin acción digna de ese nombre que intenta atraer incautos a los videoclubs (ya dudo de si llegó a estrenarse en cine) fingiendo una la segunda parte.Sólo ganaría algo si introdujese en su argumento a los SWAT retirando cuidadosamente a Deborah y su potorro del museo.

Nivel de truño: Retortijón traicionero.
OsitoF
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow