Guardo todavía el programa de mano en mi colección, idéntico al que vemos en la dicha de FA. Ricardo Montalban y Vincent Price. Ummm. En mi inocencia adolescente, pensaba que sería una película estupenda, plagada de abordajes, duelos a espada, bajeles surcando el mar... Anteayer la echaron por la 2 y la grabé, bastante ilusionado. Con la primera escena tuve suficiente. Michael Curtiz (El capitán Blood, El halcón del mar) y Mario Costa sólo comparten una cosa: las iniciales. Lo demás, ni sombra. Montalban hace cabriolas y sonríe mucho, y Price se muestra untuoso y pérfido como de costumbre, en un papel que se sabe de carrerilla. Los demás intérpretes... Vamos a dejarlo. Salen dos mozas de buen ver, pero sin exagerar, la pizpireta Giula Rubini, de breve carrera, y la más carnal Liana Orfei, que se lleva el pirata al agua. La dirección es pedestre cuando no torpe, el guión un corta-pega de películas mucho mejores, la coreografía de las peleas y duelos deja mucho que desear, y sólo el gran Carlo Rustichelli sale airoso del embolado, con una banda sonora melódica y alegre. Era de prever, pero así son los sueños de la infancia: se desvanecen como pompas de jabón.