Recuerdo que era presa del peor resfriado de mi vida (gracias al cual dejé de fumar), era sábado por la tarde, la fiebre me rondaba, y en eso que va TV3 y se descuelga con esta inefable pieza de colección, de tan sólo 1 hora de duración, desastre total en todos los apartados, inédita, cómo no, en España, y no sé si me hundió todavía más en el fango, porque curarme no lo logró, desde luego. Claro que, en fondo, estas memeces siempre nos dan algo de ternurita. Se trata de la primera película de Henry Levin, las transformaciones tienen lugar fuera de cámara, y el guión no existe. La Enciclopedia Aurum, auténtica Biblia del género, la revisa con escaso entusiasmo. Sólo para amantes de los licántropos.