Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Charles:
9
Comedia. Aventuras. Fantástico Tras una larga temporada aislado en una isla desierta, Hank encuentra compañía en el flatulento cadáver de un joven que el agua ha traído hasta la orilla. Poco a poco, el náufrago y el cadáver desarrollan una hermosa amistad. (FILMAFFINITY)
21 de octubre de 2016
176 de 209 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decía Claude Chabrol: "la tontería es infinitamente más fascinante que la razón. La razón tiene sus límites, la tontería no".

Es por eso por lo que, de entrada, 'Swiss Army Man' ya estará unos peldaños por encima de tu película habitual, que se preocupa por el buen gusto, lo coherente y lo socialmente aceptado.
Aquí hay un muerto pedorro, calenturiento y curioso, que insiste en conocer todo lo que la vida puede ofrecer. Pero que nadie se engañe: tras la apariencia de broma entre colegas late una historia emocionante, más "seria", más "normal" si se quiere, a la que la tontería presta toda su capacidad para no respetar un segundo los límites impuestos por los demás.

A Hank Thompson ya le conocemos al poco de empezar.
Hemos visto sus notas de ayuda: "socorro", "no quiero morir aquí solo"... "estoy jodidamente aburrido".
Fragmentos, escritos en la más pura desesperación, que nos retratan una persona sin que apenas tenga que abrir la boca.
Es entonces, al borde del suicidio, cuando encuentra un muerto flotando en la playa, un trozo de carne al que Hank intenta reanimar, en un intento desesperado de interesarse por algo más allá de su penosa situación. No deja de ser gracioso que siempre encontremos un modo de distraernos y perder el tiempo con cualquier cosa, hasta en una tarea mínimamente importante como suicidarse.

Pero la distracción de Hank le lleva más allá: a darse cuenta de que en el muerto que ha recogido existe un leve latido de vida. Flatulenta y asquerosa vida, pero vida a fin de cuentas.
Con él, existe una razón de existir, aunque solo sea por seguir viendo sus asombrosas habilidades de navaja suiza. Que quieres un fuego, lo tienes. Que quieres agua, la escupe. Que quieres ir montado en él propulsado por la fuerza de sus pedos, vamos a ello (... espera, ¿qué?).
Perdidos en el bosque y lejos de cualquier rastro de humanidad, empiezan una triste parodia de vida con los restos que les rodean, que tiene más de consuelo por parte de Hank y oportunidad de aprendizaje por parte de Manny, que algún tipo de verdad.
Pero pasa una cosa: empieza a fingirlo, y empezarás a creerlo.

Manny empieza a creer que no es un cadáver, y Hank empieza a pensar que no está tan solo como creía.
Y ahí, pasando los días en el bosque, cenando en una mesa improvisada, dando fiestas para todos sus "amigos" comunes... es casi, casi como si Manny volviera a vivir. Como si Hank también lo hiciera, por primera vez.
Quizá esto no sea un teatro del absurdo entre un náufrago y un cadáver. Quizá era la oportunidad de un solitario, para resucitar sus ganas de vivir.
Esas que por miedo, por el qué dirán o por cómo nos mirarán solemos sepultar, bien hondo, bien profundo, hasta convertirlas en burdos féretros, testimonios de una vida que nosotros mismos nos negamos a disfrutar.

Qué absurdo. Qué estúpido. Dice Manny, un muerto parlante.
Qué absurdos y qué estúpidos, efectivamente.
Que ni al borde de la muerte nos atreveríamos a hablar con esa chica que vemos todas las mañanas en el bus, diríamos a nuestros padres que les queremos o dejaríamos de mandar felicitaciones impersonales por redes sociales.
Creyendo que eso es vida, cuando probablemente sea algún tipo de muerte.

¿Tiene sentido que la película más demente, obscena e inesperada del año sea también la más emotiva, esperanzadora y humana?
Claro que tiene sentido.
La tontería siempre lo tiene.
Charles
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow