No hay que ver muchas de sus películas para llegar a la conclusión que el cine de Satyajit Ray está condicionado por una gran sensibilidad respecto a las condiciones socioeconómicas de su pueblo. Aquí en "Un trueno lejano", no mira a su alrededor, se va al pasado reciente de país para retratar la dolorosa situación que sufrieron millones de compatriotas debido a una hambruna que acabó con la vida de muchos de ellos. Es fácil decirlo, pero hay que saber retratarlo: pasar hambre no ya porque no se tiene dinero para comprar arroz, se trata de no tener nada para echarte al estómago porque nadie tiene nada.

Año 1943, muchos miran al cielo porque se escucha el zumbido de los aviones que hacen la guerra, llegan noticias de los japoneses y sin entender nada, a nuestros protagonistas les ha atrapado la hambruna. Me interesa más el drama cuando hay esperanza, cuando además de la descripción hay un poquito de luz al final, aunque sea poca cosa. No sé si Ray tenía la intención de ofrecer esa luz en su final, pero yo me contento con verla (me iré al spoiler, que esa luz se despliegue abajo).

Antes de ello hemos sido testigos del sistema de castas por el que se rige el hinduismo. Todos pasan hambre y sin embargo queda claro quién es un intocable, quién un brahmán. Unos trabajarán en unas cosas, otros estarán por encima del resto, pero a todos les duele todo por culpa del hambre. En "Un trueno lejano" hay escenas muy duras. Personalmente echo de menos una música como la que se escucha en la trilogía de Apu, qué le vamos a hacer, no se puede tener todo.