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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
10
Drama La mala salud del patriarca de una familia numerosa (Chisu Ryu) obliga a avisar a uno de los hijos, que vive alejado de Tokio, para que acuda con su mujer a visitar la casa familiar. En cuanto llegan, comprueban que ya se ha recuperado de manera satisfactoria. En la casa vive también la viuda del hijo mayor (Hideko Takamine) y su propio hijo adolescente. Otro de los hijos malvive regentando un modesto restaurante de ramen, al que acude ... [+]
6 de diciembre de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una de sus últimas películas Mikio Naruse nos ofrece una de las mejores muestras de su cine, seleccionando temas ya vistos antes, con muchas caras conocidas y sobre todo con una maestría a la altura de los mejores y más célebres directores japoneses. Le quedaban cinco años de trayectoria profesional y llegaba al año de realización de este "A Woman's Place" en plenitud, así que entiendo que con la misma naturalidad con la que se ven sus películas Naruse se ponía detrás de las cámaras para celebrar el presente de la sociedad japonesa. La familia numerosa que nos presenta aquí está llena de hijas, hay recién llegados, nueras que llaman padres a sus suegros, algún yerno aprovechado y un fluir de la vida que contiene momentos trágicos, como la vida misma, momentos de distensión, idas y venidas.

Chishû Ryû se queja de la juventud que viene detrás y no me extraña, él es poseedor de la ética japonesa ancestral y no debe ver con buenos ojos según qué cosas. Mientras, la musa de Naruse, Hideko Takamine, observa cómo pasa el tiempo mientras echa más horas que nadie trabajando y sin queja alguna. Hay tantos personajes que el que llegue aquí despistado saldrá corriendo si no está habituado a este tipo de cine costumbrista japonés. Para muchos, la mayoría, Yasujiro Ozu brilla por encima de todos. Yo no lo tengo tan claro, cada vez que veo más películas de Naruse me sorprende más que su cine no sea tan conocido, al menos para nosotros espectadores occidentales.

La vida en el Tokyo de los años sesenta da para mucho; el despertar económico y la necesaria apertura internacional hacía que se solapara lo nuevo con lo viejo, un choque generacional que por suerte para nosotros preocupaba a Naruse. Observar las idas y vueltas de unos y otros es una gozada, cómo sirven ramen, cómo asienten con su formalismo ejemplar, cómo viven y padecen...
Luisito
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