Con el "retorno del rey" se cierra una de las trilogías más populares que ha parido el cine, y una de las adaptaciones que mayor reconocimiento ha logrado. De hecho, los merecidísimos oscars obtenidos dan fe de ello.
Ha pasado mucho tiempo para darme cuenta del error que cometí al no mostrar interés en ver la saga. Debo señalar que, por muchas criticas positivas que haya recibido, es necesario comentar que, esta tercera entrega pone fin a un broche de oro donde la acción y la épica dan paso a una serie de logradas batallas con las que se observan unos efectos especiales asombrosos.
Más allá de estos logros, que aún siendo meritorios, son en el fondo un tanto esperables a tenor de lo que se puede encontrar en las dos primeras entregas, creo que hay un aspecto que realza la calidad del film en cuestión.
Ésto es, el poder ver los lazos de amistad que existen en la comunidad, sin que los efectos especiales, y el logro visual, disgreguen este aspecto. Puestos a pensar, la película muestra grandes sentimientos, donde la bondad de los personajes, ejemplo el de Sam, superan la codicia que genera el encontrar el anillo. Más incluso que en sus predecesoras.
Al margen de estos hechos, este final cuenta con grandes interpretaciones, una música épica que va a juego con lo que se nos muestra, argumentalmente hablando, y un guion bastante elaborado. Nada que objetar al vestuario. Esta entrega nos somete en algunos momentos a un posible final dramático que hace que el espectador sufra pensando que el mal instaurado por los malos va a llegar de algún un otro modo. Que llegue o no es uno de los mayores misterios de la historia.
Desdeluego, es una película como todas las de la saga bastante larga a pesar de no habérmela tragado en versión extendida. A mi se me hace un poco largo el camino, imagino que a muchos os pasará lo mismo. De todas formas, da gusto ver un cine tan atractivo como el que nos ocupa, donde todos los ingredientes se condimentan a la perfección.
En definitiva, es un film merecedor de oscars con el que la calidad y el entretenimiento están asegurados, es decir, cine en mayúsculas, donde las pocas pegas que se le pueden poner, son nimiedades frente al cariño que le cogemos a los personajes que aparecen en pantalla.