Lo primero que hay que decir de este musical es que curiosamente el guion está basado en una novela de H. G. Wells ("Kipps: The Story of a Simple Soul, 1905) que fue llevada al cine por primera vez por el director británico Carol Reed en 1941 con el título "Kipps". Varios años más tarde (1963), se convirtió en el musical teatral "Half a Sixpence" en el West End de Londres como vehículo de lucimiento de la estrella del pop británico Tommy Steele, y se inauguró en el Cambridge Theatre el 21 de marzo de 1963. Steele lo trasladó a Broadway en 1965 donde el espectáculo tuvo 511 funciones y Steele fue nominado al Premio Tony al Mejor Actor. En 1967 se hizo esta adaptación musical cinematográfica de nuevo con Tommy Steele como protagonista.

Lo segundo que habría que decir es que es el primer musical dirigido por el otrora brillante George Sidney en Inglaterra y su testamento cinematográfico ya que tras el fracaso comercial y de crítica de la película, el director se retiró de la dirección con tan solo 51 años.

En 1967 el género musical clásico estaba en decadencia y lo que se hacía eran en su mayoría extravagancias de gran presupuesto o mediocres films de bajo presupuesto al servicio de Elvis Presley. Esta versión para cine del musical de Broadway "Half a Sixpence", pese a contar de nuevo con el gran Tommy Steele (lo mejor con diferencia), resulta en general bastante insípida, excesivamente larga y con un elenco bastante mediocre. Pese a ser un proyecto ambicioso y con presupuesto el film fue un fracaso comercial y de crítica que con el tiempo ha caído en el olvido. Únicamente la canción "Flash, Bang, Wallop" y algunos bailes han perdurado en el tiempo así como el diseño de vestuario que ganaría el premio Bafta en 1967.