La Warner Bros fue en sus buenos tiempos sinónimo de animación de calidad a través de sus grandes personajes conocidos bajo la marca Looney Tunes. Poco o nada queda del espíritu que originalmente regía estas producciones. La Warner es ahora una gigantesca major que ofrece productos variados tanto en animación como en imagen real, y ahí cabe de todo, desde cosas buenas hasta muy malas.

Lo cierto es que la productora hace tiempo que nos debía un tratamiento no ya bueno sino aceptable de sus icónicos personajes animados, más "aprovechados" en camisetas y merchandising que en series o películas de calidad. Al margen de algún proyecto relativamente logrado como la serie de "Duck Dodgers" casi todos los intentos recientes de resucitar a los Looney Tunes pueden calificarse de fallidos, cuando no directamente de desastrosos ("Loonatics", "Baby Looney Tunes").

Si bien tanto "Space Jam" como "De nuevo en acción" cumplen con la función básica de entretener no dejan de ser películas muy mediocres para unos personajes que fueron creados por algunos de los mayores genios que ha habido en la historia de la animación. Ya cuando se estrenó la segunda hubo un intento de recuperar a los personajes en formato de cortometraje. La idea original era emitir varios de ellos, entonces realizados en animación tradicional, frente a varias películas. Se reclutó a gente famosa por diversas series como algún guionista de Futurama, pero el resultado fue tan flojo que ni se atrevieron a emitir los cortos (luego alguno se ha añadido a los extras de ciertos dvds).

Ahora, con antelación al estreno de una próxima serie de los Looney Tunes para televisión que presenta un estilo gráfico interesante, se han decidido a lanzar tres nuevos cortometrajes de El Coyote y El Correcaminos, con la novedad de que están animados por ordenador y hacen uso del sistema 3D, tan de moda últimamente.

Y la cosa funciona, al menos con este primer corto. No me interpreten mal: yo también los prefiero en animación tradicional. Pero Chuck Jones sólo había uno y no tiene sentido imitar su estilo gráfico. Lo que ahora está de moda (al menos en los productos para cines) es la animación por ordenador, y en esta circunstancia, no tiene por qué considerarse una herejía trasladarlos a esa técnica si se respeta el humor y el look de los originales. Y este corto lo consigue notablemente. La música, los gags, las caras, la situación y la personalidad de los personajes están muy bien reflejadas, incluso cuidándose ciertos efectos propios de la animación tradicional (cuando el Coyote mueve los brazos compulsivamente se ven varios brazos en pantalla). A esto se añade una planificación que busca resaltar las 3D, pero sin olvidarse de los gags.

Sólo se le pueden sacar dos o tres pegas (en spoiler por falta de espacio, no revela nada).