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España España · Alcalá De Guadaíra - SEVILLA
Voto de HEIFER:
9
Fantástico. Comedia. Infantil. Animación. Aventuras La excéntrica Eglantine Price (Angela Lansbury) es una bruja aficionada que tiene que hacerse cargo, muy a su pesar, de tres niños londinenses que han sido evacuados al pequeño pueblo costero donde ella vive. Juntos lucharán contra el invasor alemán, empleando para ello un truco magistral de Eglantine. (FILMAFFINITY)
28 de noviembre de 2007
55 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay veces en las que una misma película puede parecer totalmente distinta según si se la ve desde la mirada del niño o del adulto. A veces pasa, que esa película de la que se guarda un dulce recuerdo al haberla visto de niño no aguanta una revisión más madura y pierde parte de su encanto. Pues bien, por esa experiencia, por jodida que sea, tenemos que pasar la mayoría de los mortales; eso es así, y la cantidad de veces que ocurra depende de lo televisivo que hayas sido de zagal, y de los huevos que le eches a la hora de enfrentarte a la posible caída de los mitos de tu época nocillera. A mí me pasó en su día con Chicos Monsters, y lo mismo suele ocurrir con algunas pelis de terror; dichosa inocencia, como nos engaña...

Pero como casi todo mal tiene su panacea, para estos casos existen las cintas que sí aguantan esa prueba de fuego aún habiendo permanecido en nuestra memoria un buen puñado de años; se me ocurren como ejemplo Los Goonies, pero La Bruja Novata podría ser otro nombre que ilustrase lo que trato de explicar.

De esta cinta de Robert Stevenson tenía un recuerdo difuso, más que recuerdos conservaba sensaciones; pero entre la bruma que aturdía mi memoria acertaba a recordar, entre otras cosas, que en su día me quedaba embobado con aquella parte en la que se mezclaban dibujos animados y actores reales; que la idea de poder viajar cuando quisiese a donde desease sentado en una cama voladora me dejaba casi en éxtasis, y que en definitiva, esta cinta era una de esas películas que podía ver mil veces sin cansarme.

Por entonces, ni me importaban los actores, ni la calidad de la animación, ni nada por el estilo; sólo me limitaba a disfrutar de semejante derroche de fantasía y poco más; pero ahora de adulto es inevitable reparar en sus defectos. Dichosa madurez, como nos desengaña... A mis 24 años, darle al play significa saludar con un seco "hola" a la realidad de lo que se ve; y toca reparar entre otras cosas, en que a la Lansbury se le nota torpe y no es ni la mitad de buena que la "Mary Poppins" que ayudó al mismo director años atrás a filmar otra obra mejor, aunque similar a esta; toca también darse cuenta que la mezcla de animación y realidad que por entonces me llevaba al delirio nocillo-visual tiene sus defectillos, pues los años pesan casi siempre; y toca en definitiva darse de bruces con esos pequeños detalles que hacen que el mito baje escalones.

Pero hasta bajando puntos, La Bruja Novata sigue siendo un disfrute asegurado de tono inocentón y blanco para aquel que se proponga verla. Y aunque hoy la haya visto por segunda vez con ojos de adulto, mientras tanto me he sentido con un buen puñado de años menos. Quizás por cosas como esta nunca me pongo de acuerdo conmigo mismo al pensar en si los tiempos pasados fueron mejores o no, o en si la vivencia de la infancia ha degenerado a mejor o a peor; yo solo sé que cada uno ha tenido la suya y que esta peli forma parte de la mía. Me siga pareciendo un mito o no...

Disfrútenla.
HEIFER
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