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España España · Madrid
Voto de Naran:
9
Drama Situada en 1936, Don Gregorio enseñará a Moncho con dedicación y paciencia toda su sabiduría en cuanto a los conocimientos, la literatura, la naturaleza, y hasta las mujeres. Pero el trasfondo de la amenaza política subsistirá siempre, especialmente cuando Don Gregorio es atacado por ser considerado un enemigo del régimen fascista. Así se irá abriendo entre estos dos amigos una brecha, traída por la fuerza del contexto que los rodea. (FILMAFFINITY) [+]
4 de diciembre de 2007
129 de 147 usuarios han encontrado esta crítica útil
Finales de invierno de 1936. En un pequeño pueblo gallego, Moncho, un niño de 8 años, se incorpora a la escuela tras una larga enfermedad. A partir de ese momento comienza su aprendizaje del saber y de la vida de la mano de su amigo Roque y de su peculiar maestro, que les inculca conocimientos tan variados como el origen de la patata o la necesidad de que las lenguas de las mariposas tengan forma de espiral. El 18 de Julio todo se romperá. En este nuevo marco, los valores y principios inculcados serán relegados, y la relación entre aprendiz y maestro se verá truncada.
Al leer el argumento de La lengua de las mariposas una piensa: "oh no, otra película española de la guerra civil, encima con niño, que cansinos...!. Pero no, a veces el cine patrio hace maravillas como ésta, que deja a un poco de lado los eternos conflictos de las dos Españas para hacer esas películas típicas de pueblos, niños, maestros... que tanto me gustan. El argumento es sencillo (desde luego la visión no es imparcial, pero dadas las circunstancias, antecedentes... no tiene mayor importancia, es sólo el trasfondo, aquí lo que importa son las relaciones entre las personas), profundo y tierno.
Que la buena literatura puede devenir en gran cine lo demuestra este filme, nacido de la prosa inteligente de Manuel Rivas –de varios relatos suyos-, gracias al oficio y la sabiduría de Rafael Azcona (guionista como la copa de un pino) y José Luis Cuerda. El director acentúa el sufrimiento que supone toda guerra civil desde el punto de vista limpio y distorsionado de un niño de ocho años (¿existen los actores naturales? por supuesto, Manuel Lozano es el mejor ejemplo), una mirada lúcida y alucinada que aporta una visión diferente de la Guerra Civil española, con el contrapunto del temible maestro, un Fernando Fernán-Gómez otra vez portentoso como acostumbra y en un papel inolvidable. Y el final, uno de los mejores de los últimos tiempos.
Dedicada a aquellos que han dejado de creer en el cine español. Tremendamente hermosa, intimista, conmovedora, estremecedora... La lengua de las mariposas tiene la facultad de devolverles la fe.
Naran
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