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España España · Madrid
Voto de Naran:
7
Thriller En Middleton, un barrio de clase media, a medida que se aproxima la fatídica hora de las 11:14 p.m., empezarán a producirse una serie de hechos que tendrán letales consecuencias. (FILMAFFINITY)
2 de enero de 2008
25 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
11:14 Destino fatal (2003) es la curiosa opera prima de Greg Marcks, un admirador de Tarantino y compañía recién salido de la facultad de cine. También autor del guión, la película se caracteriza por el ya no tan original estilo narrativo de contar primero el final y seguir en orden cronológico invertido. Mientras que en películas como Memento este recurso constituía todo un desafío para el espectador, aquí resulta ciertamente ingenioso, pero no nos hace reflexionar ni nos estimula a buscar conexiones. Es más, muchas veces la narración parece netamente lineal.
11:14 es una película difícil de encuadrar en un género: más bien es una amalgama de todo un poco. Básicamente definida como thriller criminal, la película también tiene trazas de drama psicológico, enredo ocasional y delirante comedia macabra-escabrosa. Pero precisamente no decantarse finalmente por ninguno de los registros, el filme en conjunto pierde efectividad.
Las historias, además de interesantes, entran dentro de lo creíble y forman un conjunto coherente, pero tienen poca enjundia, no se profundiza en ninguna de ellas -algo casi normal al tratarse y historias cruzadas- y el esfuerzo del director y guionista por sorprender e impactar le resta naturalidad y le añade previsibilidad.
Los actores, aunque dispersos, interactúan bien y son lo mejor del filme. Sus personajes, aunque están desarrollados superficialmente, resultan funcionales, y acompañados de una oscura atmósfera y un ritmo atrayentes, se debaten entre el humor y la tragedia. Hillary Swank, también productora, es la más mencionada (a pesar de que su papel no destaca sobre los demás), y está bien acompañada de jóvenes actores como Shawn Hatosy, Rachael Leigh Cook, Henry Thomas y Colin Hanks, además de los veteranos Barbara Hershey (que lástima que salga tan poco) y un talludito Patrick Swayze. La machacona música de Clint Mansell acompaña bien en los momentos más dramáticos.
Amena, diferente, entretenida e intrascendente, la película podría pasar por un telefilme cualquiera, eso sí, sin moralina. 11:14, más que Destino fatal, debería llamarse "Casualidades y causalidades", o mejor, 11:14, ironías de la vida.
Naran
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