Lo que te pide el cuerpo es tildarla de bazofia. No sólo al terminar, sino también durante su aletargante desarrollo. Es asaz complicado no caer en los sueños más profundos.

Sin embargo, "El asesino del calibre 38", como se tituló en España, deja entrever cierto ímpetu en lo que quería contar, y esto es lo único positivo que se puede decir de ella junto a cierto plano del atardecer y al reparto que consigue aunar, pues es una película fallida de todo punto.

Hace uso de la paradoja del gato de Schrödinger en no pocas ocasiones y al final termina siendo el propio gato en la caja. No sabes si es una cosa o la otra, juega entre lo tangible y lo espiritual, y lo peor es que terminas por aceptar que se les ha ido la castaña.

Por primera vez, no me creo a Patricia Clarkson. Será por ese pelo horrible que le han puesto o por su físico tan de señora que tiene, pero sólo la vi intentando ser un personaje sin lograrlo. Por cierto, ¿Cuántas series y películas piensan hacer de policías torturados?

Haciendo las veces de "su padre" Marlon Brando, James Caan en uno de sus últimos papeles, y junto a él aparecen los excéntricos Jackie Weaver y Toby Jones. El resto son nefastos, con la hija de Meryl Streep a la cabeza.

Dado un guión simple y casi insultante, unas fluctuaciones que matan al conjunto y un aburrimiento que se apodera del metraje, "Out of blue" era una propuesta que podría haber valido pero cuyo resultado es erróneo.