Me la tomo como un choteo al respetable, como un vacile descarado, como una de esas pesadillas de las que te levantas turbado sin saber exactamente por qué. "Never Here" es una ida de olla de las gordas, encima pretenciosa, pero vale, eso lo puede sobrellevar, por lo que ya no paso es que no aporte ni la más remota solución a semejante dislate.

Claro, así cualquiera puede hacer una película la mar de singular y alternativa, por no decir rara a secas. Una obra estrafalaria sin un mínimo sustento o explicación final no tiene perdón, lo siento, entre otras cosas porque se vislumbra que no es por otra razón que no sabían cómo deshacer semejante laberinto sin salida.

Me ha llamado la atención la actriz protagonista, Mireille Enos, a la que no conocía y sabe estar delante de la cámara con vigor y encanto. Es la única que puede destacar en este desorden en la que todos los personajes actúan de forma errática. Francamente, no comprendo la razón de ser "Never Here", a pesar de que lograse perturbarme, pero como digo, sin una razón, perturbarme por perturbarme no lo valoro en positivo. Para eso ya tengo las pesadillas...