Media votos
6,7
Votos
5.206
Críticas
1.665
Listas
182
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Miquel:
9
8,0
27.548
Comedia. Romance
La mansión de los Lord se prepara para celebrar la segunda boda de Tracy Lord (Katharine Hepburn) con el rico George Kittredge (John Howard). Para inmortalizar los festejos una pareja de periodistas, Macauley Connor (James Stewart) y Elizabeth Imbrie (Ruth Hussey), son invitados especialmente por C.K. Dexter Haven (Cary Grant), el primer marido de Tracy. (FILMAFFINITY)
21 de enero de 2007
93 de 113 usuarios han encontrado esta crítica útil
Realizada por George Cukor, se basa en la comedia "The Philadelphia Story", estrenada en Broadway en marzo de 1939, escrita por Philip Barry e interpretada por K. Hepburn. Fue adaptada por Donald Odgen Stewart. Se rodó en los MGM Studios (CA) durante 8 semanas. Nominada a 6 Oscar, obtuvo 2 (guión adaptado y actor-J. Stewart). Producida por Joseph L. Mankiewicz, se estrenó el 1-XII-1940 (EEUU).
La acción tiene lupar en una mansión señoral de Filadelpia (Pensilvania), en 1939, durante 24 horas. Narra la historia de Tracy Lord (Katharine Hepburn), hija de una familia acaudalada, muy conocida en la ciudad, divorciada de C.K. Dexter Haven (Cary Grant). Es de temperamento indómito, mandón, vanidoso y caprichoso. Dos años después del divorcio está a punto de contraer matrimonio con George Kittredge (John Howard), un hombre oscuro, aburrido y mediocre.
La película es una comedia romántica, que incluye enredos, lucha de sexos y crítica social. Comienza con una escena retrosprectiva que explica el acalorado final del primer matrimonio de Tracy, que rompe un palo de golf de Dexter y éste, irritado, asiéndola con la mano en la cara la hace caer al suelo. La escena deja planteadas las líneas en las que se basa el film: el carácter ingobernable y obstinado de Tracy y las ansias de desquite de Dexter. Éste, en connivencia con una revista sesacionalista del corazón ("Spy"), monta una mascarada que permite el acceso a la casa de los Lord, el día antes de la boda, de un periodista, Macauley "Mike" Connor (James stewart), y de una reportera gráfica, Elizabeth "Liz" Imbrie (Ruth Hussey). Tracy se ve enfrentada a una inesperada situación, en la que cree que ha de elegir entre un novio del que no está enamorada, un admirador entrañable y un exmarido que la irrita con sus desaires. En realidad, Tracy se enfrenta a otro problema: la alternativa de madurar, adquirir tolerancia y comprensión, contener sus arrebatos de furia y convertirse en un ser humano, o seguir igual. El proceso de reflexión y decisión es complejo por falta de tiempo, inclinaciones personales arraigadas y la guerra de sexos que mantiene con varios hombres. La trama y la subtrama (el lío escandaloso del padre con una jovencita y la amenaza de su publicación) son conducidas por el realizador con delicadeza, gracia e ingenio.
La música, excelente, incluye una partitura de Franz Wazman de 3 movimientos: "Main Title", "MGM Fanfarria" y"The True Love". Añade 2 canciones ajenas ("Lydia, The Tattooed Lady" y "Over The Rainbow") y la marcha nupcial de Mendelssohn. La fotografía sobresale por su magnífico dibujo y el manejo del color (claroscuro, fondos oscuros, negros/blancos intensos, brillos, etc.). El guión está hecho a la medida de Hepburn. La interpretación de Hepburn es espléndida, en su cuarta colaboración con Grant. La dirección impone elegancia, sutileza y un fino sentido del humor.
La acción tiene lupar en una mansión señoral de Filadelpia (Pensilvania), en 1939, durante 24 horas. Narra la historia de Tracy Lord (Katharine Hepburn), hija de una familia acaudalada, muy conocida en la ciudad, divorciada de C.K. Dexter Haven (Cary Grant). Es de temperamento indómito, mandón, vanidoso y caprichoso. Dos años después del divorcio está a punto de contraer matrimonio con George Kittredge (John Howard), un hombre oscuro, aburrido y mediocre.
La película es una comedia romántica, que incluye enredos, lucha de sexos y crítica social. Comienza con una escena retrosprectiva que explica el acalorado final del primer matrimonio de Tracy, que rompe un palo de golf de Dexter y éste, irritado, asiéndola con la mano en la cara la hace caer al suelo. La escena deja planteadas las líneas en las que se basa el film: el carácter ingobernable y obstinado de Tracy y las ansias de desquite de Dexter. Éste, en connivencia con una revista sesacionalista del corazón ("Spy"), monta una mascarada que permite el acceso a la casa de los Lord, el día antes de la boda, de un periodista, Macauley "Mike" Connor (James stewart), y de una reportera gráfica, Elizabeth "Liz" Imbrie (Ruth Hussey). Tracy se ve enfrentada a una inesperada situación, en la que cree que ha de elegir entre un novio del que no está enamorada, un admirador entrañable y un exmarido que la irrita con sus desaires. En realidad, Tracy se enfrenta a otro problema: la alternativa de madurar, adquirir tolerancia y comprensión, contener sus arrebatos de furia y convertirse en un ser humano, o seguir igual. El proceso de reflexión y decisión es complejo por falta de tiempo, inclinaciones personales arraigadas y la guerra de sexos que mantiene con varios hombres. La trama y la subtrama (el lío escandaloso del padre con una jovencita y la amenaza de su publicación) son conducidas por el realizador con delicadeza, gracia e ingenio.
La música, excelente, incluye una partitura de Franz Wazman de 3 movimientos: "Main Title", "MGM Fanfarria" y"The True Love". Añade 2 canciones ajenas ("Lydia, The Tattooed Lady" y "Over The Rainbow") y la marcha nupcial de Mendelssohn. La fotografía sobresale por su magnífico dibujo y el manejo del color (claroscuro, fondos oscuros, negros/blancos intensos, brillos, etc.). El guión está hecho a la medida de Hepburn. La interpretación de Hepburn es espléndida, en su cuarta colaboración con Grant. La dirección impone elegancia, sutileza y un fino sentido del humor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El guión evoca elementos de "La fierecilla domada", de Shakespeare. La obra de teatro y el guión de adaptación al cine fueron escritos como parodia del carácter de Hepburn, considerada mandona, impulsiva e irritable, por el público. De ahí el ajuste entre el personaje de ficción y la capacidad interpretativa de la actriz.
El paso del tiempo ha afectado en parte la comicidad del film. Actualmente el carácter fuerte e indómito de una mujer no se contradice con los cánones de la feminidad, como ocurría en 1940. La película demanda al espectador un cierto esfuerzo de situación en el contexto histórico del film, escrito, rodado y estrenado en los años previos a la incorporación de EEUU a la IIGM, que afectó profundamente la definición del papel de la mujer en la sociedad. Ésta, durante la contienda, tuvo que asumir roles reservados hasta entonces a los hombres y desligarse de roles considerados exclusivos de la mujer.
El final, de todos los posibles, es el más grato para el público, ya que es el que mejor demuestra que Tracy ha decidido cambiar, lo que deja una puerta abierta a la incertidumbre, la ambigüedad y el escepticismo.
Si Tracy es el trasunto de la personalidad de Hepburn, hay que decir que ésta en la vida real ni cambió ni se planteó hacerlo.
El paso del tiempo ha afectado en parte la comicidad del film. Actualmente el carácter fuerte e indómito de una mujer no se contradice con los cánones de la feminidad, como ocurría en 1940. La película demanda al espectador un cierto esfuerzo de situación en el contexto histórico del film, escrito, rodado y estrenado en los años previos a la incorporación de EEUU a la IIGM, que afectó profundamente la definición del papel de la mujer en la sociedad. Ésta, durante la contienda, tuvo que asumir roles reservados hasta entonces a los hombres y desligarse de roles considerados exclusivos de la mujer.
El final, de todos los posibles, es el más grato para el público, ya que es el que mejor demuestra que Tracy ha decidido cambiar, lo que deja una puerta abierta a la incertidumbre, la ambigüedad y el escepticismo.
Si Tracy es el trasunto de la personalidad de Hepburn, hay que decir que ésta en la vida real ni cambió ni se planteó hacerlo.