Film del realizador español Antonio Isasi-Isasmendi (Madrid 1927), que para algunos analistas es la mejor de sus 14 películas. El guión, de Lluis Josep Camerón, Jo Eisinger, Jorge Illa y A. Isasi-Isasmendi, adapta la novela de bolsillo del francés André Lay, publicada con el nº 213 de la colección policíaca de la editorial Fleuve Noir, bajo el título “Un linceul de sable” (1960) y reeditada con el título “Les hommes de Las Vegas (Un linceul de sable)” (1983). Se rueda en escenarios reales de Tabernas (Almería), con algunas tomas de L.A. (CA) y Las Vegas (Nevada) y en los platós de Espulgues Films (Barcelona). Gana 2 premios del Sindicato Español del Espectáculo (película y director), 2 premios del Círculo de Escritores Cinematográficos (película y director) y el premio Ciudad de Barcelona de cinematografía. Producido por Nat Washberger para Isasi P.C. (fundada en 1956), Capitole Films, Franca Film y Eichberg-Film, se estrena el 31-X-1968 (Madrid).

La acción dramática tiene lugar en Las Vegas, San Francisco, las vías de comunicación rodada entre ambas ciudades y en el desierto del Mohave (California), a lo largo de varias semanas de 1968. El joven Tony Ferris (Lockwood) distrae su hastío de la vida proyectando y organizando el asalto a un furgón blindado de una compañía privada de seguridad, que transporta regularmente las ganancias en efectivo de los Casinos de Las Vegas a oficinas bancarias de San Francisco. El botín puede ser muy elevado, está formado por billetes grandes, pequeños y medianos, de series y numeraciones no correlativas, por lo que su puesta en circulación ha de resultar relativamente fácil. El propietario de la empresa de transporte del dinero es el acaudalado Steve Skorsky (Cobb), que tiene como secretaria a Ann Bennett (Sommer). El jefe de policía es el inspector Douglas (Palance).

El film suma acción, crimen, drama, aventuras, policiaco y romance. Es sobre todo una cinta de acción, que desarrolla un intenso dinamismo. Explica una historia entretenida y absorbente, que cuenta con el atractivo de la imprevisibilidad, numerosos giros, enfrentamientos y luchas a diversos niveles, mentiras, dobles juegos, sorpresas y un fondo de misterio tras el que se ocultan los motivos que mueven a quienes forman el núcleo decisivo de la acción y determinan, por tanto, la orientación, el alcance y la trascendencia de la misma. Filmada con la apariencia de un trepidante film americano de serie B, se beneficia de un excelente montaje, uno de sus principales valores. Incorpora corrupción, codicia, venganza, violencia, audacia, tensión, suspense y otros elementos que enriquecen y confieren densidad a la textura del film. No faltan los toques sentimentales de rigor y un abundante salpicado de humor e ironía. La construcción de los personajes es acertada y se ajusta a las circunstancias propias del momento: el protagonista y otros parecen personajes salidos de un film de Antonioni o de una obra de teatro de Jean-Paul Sastre.