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Drama. Romance
"Boxcar" Bertha Thompson es una joven de la era de la Gran Depresión que al perder a su padre se une a un controvertido líder sindical llamado Bill Shelley. Acusados de comunistas por un grupo de conservadores y perseguidos por una corrupta compañía de ferrocarriles que busca venganza contra Shelley, la vida de Bertha se convierte en una permanente huida por el mundo del crimen y un emocionante capítulo de la historia americana. (FILMAFFINITY) [+]
17 de julio de 2009
32 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segundo largometraje de Martin Scorsese, que había iniciado su filmografía como realizador con "¿Quién golpea mi puerta?" (1967). El guión, de Joyce Howard y John W. Corrington, parte de los personajes de “The Sister Of The Road" (1937), autobiografía de Bertha Thompson, escrita por Ben L. Reitman, según relato oral de la misma. Se rueda en exteriores de Reader y Camden (Arkansas) con un presupuesto de 700.000 USD y 25 días de trabajo. Producido por James H. Nicholson y Samuel Z. Arkoff para Roger Corman/American Internacional Pictures, se estrena el 14-VI-1972 (EEUU).
La acción tiene lugar en Arkansas (EEUU) en los primeros años 30, durante la Gran Depresión. "Boxcar" Bertha Thompson (Hershey), huérfana a causa de la muerte del padre en accidente laboral, se relaciona con "Big" Bill Shelly (Carradine), peón de la compañía ferroviaria local, sindicalista de izquierdas, que la arrastra a una vida de asaltos y robos a la empresa y a sus dirigentes, al objeto de mejorar las condiciones de los trabajadores. A ellos se unen un dandy neoyorquino desarraigado, Rake Brown (Primus), y el mecánico afroamericano Von Morton (Cassey). Bertha es una adolescente, de espíritu libre e independiente, de amores efímeros, de vida tormentosa y partidaria del amor libre. Bill es un líder sindical anarquista.
El film suma drama, crimen, análisis social y crónica histórica. La película desarrolla un relato de robos y asaltos con intimidación a personas relacionadas con la empresa y a las instalaciones de ésta. El fruto se destina a los trabajadores necesitados, parados, enfermos, etc. El cuadro de miseria, paro y desesperación, de la Depresión queda esbozado con trazos ácidos y secos. La preocupación social del film, reflejo de las preferencias de Corman, incluye indicaciones sobre las malas condiciones del trabajo asalariado, su precariedad, su dependencia del capricho de los ejecutivos y la insuficiencia de los salarios, etc. Con estos hechos contrasta la opulencia y el lujo de los magnates y de los grandes propietarios. Ante las acciones de la banda, la compañía solicita la intervención policial y contrata a sanguinarios matones a sueldo. La espiral de violencia se eleva gradualmente hasta alcanzar su cenit en una escena desgarradora. Se incluyen referencias a aspectos religiosos, como citas bíblicas, a paralelismos ente Jesús y Magdalena con Bill y Bertha y a la crucifixión (1).
La narración presenta altibajos, irregularidades de ritmo y rigideces, acompañadas de ráfagas imaginativas (mano crispada de dolor). Destacan los desnudos del film (aconsejados por el guión), la crítica de los fanatismos y la comprensión de la prostitución.
(Sigue sin “spoilers”)
La acción tiene lugar en Arkansas (EEUU) en los primeros años 30, durante la Gran Depresión. "Boxcar" Bertha Thompson (Hershey), huérfana a causa de la muerte del padre en accidente laboral, se relaciona con "Big" Bill Shelly (Carradine), peón de la compañía ferroviaria local, sindicalista de izquierdas, que la arrastra a una vida de asaltos y robos a la empresa y a sus dirigentes, al objeto de mejorar las condiciones de los trabajadores. A ellos se unen un dandy neoyorquino desarraigado, Rake Brown (Primus), y el mecánico afroamericano Von Morton (Cassey). Bertha es una adolescente, de espíritu libre e independiente, de amores efímeros, de vida tormentosa y partidaria del amor libre. Bill es un líder sindical anarquista.
El film suma drama, crimen, análisis social y crónica histórica. La película desarrolla un relato de robos y asaltos con intimidación a personas relacionadas con la empresa y a las instalaciones de ésta. El fruto se destina a los trabajadores necesitados, parados, enfermos, etc. El cuadro de miseria, paro y desesperación, de la Depresión queda esbozado con trazos ácidos y secos. La preocupación social del film, reflejo de las preferencias de Corman, incluye indicaciones sobre las malas condiciones del trabajo asalariado, su precariedad, su dependencia del capricho de los ejecutivos y la insuficiencia de los salarios, etc. Con estos hechos contrasta la opulencia y el lujo de los magnates y de los grandes propietarios. Ante las acciones de la banda, la compañía solicita la intervención policial y contrata a sanguinarios matones a sueldo. La espiral de violencia se eleva gradualmente hasta alcanzar su cenit en una escena desgarradora. Se incluyen referencias a aspectos religiosos, como citas bíblicas, a paralelismos ente Jesús y Magdalena con Bill y Bertha y a la crucifixión (1).
La narración presenta altibajos, irregularidades de ritmo y rigideces, acompañadas de ráfagas imaginativas (mano crispada de dolor). Destacan los desnudos del film (aconsejados por el guión), la crítica de los fanatismos y la comprensión de la prostitución.
(Sigue sin “spoilers”)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La interpretación de Hershey es correcta y la de David Carradine, inexpresiva y fría. Se echa en falta una evolución razonable y satisfactoria de los personajes, que pasan de una a otra situación sin motivos aparentes de cambio y sin explicaciones, lo que lleva al espectador a formularse preguntas que no le es dado resolver. Es una obra de aprendizaje, de interés para los seguidores de Scorsese. El guión suma preocupaciones religiosas y sociales y defiende el amor libre, que se presenta visto a través de clichés anacrónicos de los 70, de 40 años más tarde, cuando las circunstancias sociales y la estructura de valores de general aceptación habían variado muy considerablemente.
Scorsese en el ejercicio de su condición de cineasta cinéfilo (2) rinde homenaje a Michael Powell y Emeric Pressburger, sus admirados realizadores. Dedica citas y referencias de simpatía a “El mago de Oz” (Fleming, 1939), “El hombre que podía hacer milagros” (Mendes, 1936), “Las uvas de la ira” (Ford, 1940), el gran film sobre la Depresión, y a otros. Por lo demás, evoca películas recientes de Corman, como "La matanza del día de San Valentín" (1967) y "Mamá sangrienta" (1970), preanuncia "La última tentación de Cristo" (1988) y se inspira en "Bonnie y Clyde" (1967).
Son escenas destacadas del film el asalto a la casa del hacendado Buckram Sartoris en plena fiesta, la iniciación sexual de Bertha, el tiroteo durante la partida de cartas, la entrevista con el psicólogo, la muerte de Bill, etc. Durante el rodaje Barbara Hershey regala a Scorsese un ejemplar de la novela "La última tentación de Cristo", de Nikos Kazantzakis, que llevará al cine años más tarde. Alguna secuencia es de un salvajismo descarnado y escalofriante. El trabajo permite a Scorsese aprender muchas cosas, acumular experiencia, rectificar errores, evitar precipitaciones, ganar seguridad y mejorar su currículo. Sobre todo, se ha probado a sí mismo que puede dirigir un film en condiciones profesionales. Decidido a dedicarse a la dirección, pese a su fama como buen montador, acepta la propuesta de dirigir “Malas calles” (1973), su tercer largometraje.
La música aporta una partitura, adecuada y variada, de armónica, cuerdas, melodías country (tren en marcha) y una romántica pieza para piano de Chopin. La fotografía, de John Stephens y Gayne Rescher (no acreditado), en color (deluxe), ofrece secuencias brillantes junto a otras deslucidas y endebles. Las manchas de sangre y otros elementos parecen obra de aficionados. El rodaje de la cinta supuso un paso importante en el progreso de la carrera del realizador.
(1) José Enrique MONTERDE, “Boxcar Bertha” (1972), ‘Matin Scorsese’, págs. 98-113, Editorial Cátedra, Madrid 2000.
(2) Tomás SOTINEL, “Boxcar Bertha”, ‘Martin Scorsese”, págs. 20-23, ‘Cahier du Cinema. España’, Colección Grandes Cineastas, Prisa Innova, Madrid 2007.
Scorsese en el ejercicio de su condición de cineasta cinéfilo (2) rinde homenaje a Michael Powell y Emeric Pressburger, sus admirados realizadores. Dedica citas y referencias de simpatía a “El mago de Oz” (Fleming, 1939), “El hombre que podía hacer milagros” (Mendes, 1936), “Las uvas de la ira” (Ford, 1940), el gran film sobre la Depresión, y a otros. Por lo demás, evoca películas recientes de Corman, como "La matanza del día de San Valentín" (1967) y "Mamá sangrienta" (1970), preanuncia "La última tentación de Cristo" (1988) y se inspira en "Bonnie y Clyde" (1967).
Son escenas destacadas del film el asalto a la casa del hacendado Buckram Sartoris en plena fiesta, la iniciación sexual de Bertha, el tiroteo durante la partida de cartas, la entrevista con el psicólogo, la muerte de Bill, etc. Durante el rodaje Barbara Hershey regala a Scorsese un ejemplar de la novela "La última tentación de Cristo", de Nikos Kazantzakis, que llevará al cine años más tarde. Alguna secuencia es de un salvajismo descarnado y escalofriante. El trabajo permite a Scorsese aprender muchas cosas, acumular experiencia, rectificar errores, evitar precipitaciones, ganar seguridad y mejorar su currículo. Sobre todo, se ha probado a sí mismo que puede dirigir un film en condiciones profesionales. Decidido a dedicarse a la dirección, pese a su fama como buen montador, acepta la propuesta de dirigir “Malas calles” (1973), su tercer largometraje.
La música aporta una partitura, adecuada y variada, de armónica, cuerdas, melodías country (tren en marcha) y una romántica pieza para piano de Chopin. La fotografía, de John Stephens y Gayne Rescher (no acreditado), en color (deluxe), ofrece secuencias brillantes junto a otras deslucidas y endebles. Las manchas de sangre y otros elementos parecen obra de aficionados. El rodaje de la cinta supuso un paso importante en el progreso de la carrera del realizador.
(1) José Enrique MONTERDE, “Boxcar Bertha” (1972), ‘Matin Scorsese’, págs. 98-113, Editorial Cátedra, Madrid 2000.
(2) Tomás SOTINEL, “Boxcar Bertha”, ‘Martin Scorsese”, págs. 20-23, ‘Cahier du Cinema. España’, Colección Grandes Cineastas, Prisa Innova, Madrid 2007.