De las últimas películas de Tony Scott no hay mucho que decir, ni a favor ni en contra, el director seguía teniendo un estilo noventero, el villano de Travolta parece salido de cualquier películas de mediados/finales de los 90's. Algo hay que destacar de la trilogía que filmó protagonizadas por Washington, si bien todas son parecidas en el sentido de que tiene diálogos ágil, ritmo avasallante, situaciones limites, se fueron puliendo, volviéndose más verosimiles obvio que dentro de su género, el thriller de acción, pero por ejemplo esta a pesar de su villano de opereta es mucho más decente y está mejor estructurada que Déjá Vu, y su última película, Imparable, es más sobria y contenida que las 2 anteriores, de hecho más que un thriller es un drama, solo que con una dirección de thriller.
En cuanto a esta en particular, se puede ver, no ofrece nada nuevo pero te lo deja claro, no quiere serlo tampoco, Washington está bien en su faceta de héroe de acción, y Travolta en piloto automático de villano, las persecuciones y los accidentes está muy bien realizadas, ninguna novedad en el cine del director.
Ideal para los nostálgicos de los thrillers de acción de hace 25 años.