Pocas veces los thrillers que usan temas como las realidades paralelas, los sueños, sus interpretaciones, etc, salen bien parados, porque no saben como desatar todos los nudos que van armando, por eso al final deciden dar una explicación rápida y arbitraria.
La historia se deja ver pero resulta demasiado confusa para seguirla con interés.
Acá digamos que tratan de unir todas las piezas del rompecabezas, y casi lo logra si no fuera por el final rarísimo que le dan.