No es nada nuevo decir que en 1981, los slasher parecían crecer de los arboles, todos los estudios hicieron suspropia versión del loco enmascarado, desfigurado, o simplemente oculto para el espectador, aunque sus victimas si pudieran verlo y no sospecharan de las intenciones que estos tenían.
La verdad que es, no merece ni tan mala calificación, ni un olvido tan absoluto como el que tiene, nadie la recuerda, ni la rescata, no es que sea una joya a descubrir, pero dentro del género, si ofrece algo mejor que la media de slasher de ese año.
Empezando porque es más elegante, el director prefiere un estilo clásico, yo creo que es una especie de De Palma de clase B, privilegia el suspenso por sobre la sangre y los asesinatos, desarrolla bastante a los personajes, no son solo carne de cañón.
Interesante ver como los universitarios de hace 36 años, no eran muy diferentes a los de ahora, solamente que sin celulares inteligentes y demás.
El asesino si bien es bastante predecible descubrirlo, está bien encarado, sus motivos más o menos, en eso le faltó desarrollar la culpa que para él habían sus compañeros de equipo.
El humor como en todas estas películas es bastante básico e innecesario.