Hibrido entre policial y slasher.
Lo peor: es aburrida, monótona, predecible, pretenciosa. Tiene un enorme machismo ¿involuntario? las estudiantes asesinadas son retratadas como unas boludas que se dejan seducir por su profesor que es el cliché del intelectualoide, snob y conquistador, que caga a su pareja con todas las que se le cruzan.
El alivio cómico entre la dupla policial, uno siendo el policía mediocre y básico y el otro el universitario analítico, solo provoca vergüenza ajena.
Al principio en la presentación de personajes, hay dos escenas de Judd con su esposa, pero sale para nada, ya que no tiene ninguna importancia en la historia, no se vuelve ni siquiera a hablar de ella, y no es que Judd se siente tentado de estar con otra o algo parecido, o sea la metieron para nada.
La visión que tiene sobre los educadores, está bien que solo aparecen dos, pero los hace quedar como unos retorcidos manipuladores que solo quieren aprovecharse sexualmente de las alumnas.
Lo mejor: las escenas exteriores de Boston tienen cierta elegancia, si bien repiten las mismas calles a lo pavote.
Las primeras tres escenas previas al asesinato, donde nos muestran a las víctimas en su trabajo. También la de Gus vaciando pasando el guiso de una olla a la otra.