Modesta y por lo tanto no muy cara producción a cargo de "Palo Alto Productions" que no obstante ofrece un sano entretenimiento.
Y lo logra por mor de una dirección al alimón entre Edward Sampson y el protagonista, el siempre eficaz John Ireland. Dicha dirección es ágil y a lo largo de sus escasos poco más de setenta minutos nos ofrece una historia con agilidad expositiva, intriga y acción.
No es para echar cohetes, repito, pero se nota el cariño expuesto en la empresa y el resultado final es de una segura amenidad... aunque se olvide al de poco tiempo. Y es que tampoco tiene nada verdaderamente especial, salvo la presencia, repito, de la pareja protagonista, sobre todo de la siempre gratísima, por lo buena actriz que fue siempre y su gran belleza, Dorothy Malone.
No deja huella la cinta, de acuerdo, pero mientras se ve se pasa un rato ameno.

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