Afortunado film italiano, competentemente dirigido por Pietro Germi, un muy buen director del que las generaciones cinéfilas actuales desconocen prácticamente todo.
Esta película, en sus dos primeros tercios encandila al espectador más exigente por medio de la clara explicación, de la sabia narración, de una historia de amor dominada por los celos y las convenciones sociales.
Es un poco lástima que su resolución sea un tanto rápida, no convenciendo mucho y resultando algo sosa.
Pero en conjunto gusta mucho esta cinta, con una preciosa fotografía en blanco y negro de Leonardo Barboni y buenas composiciones del elenco interpretativo.
Exquisita ambientación con vestuario y peluquería de calidad y muy buena música a cargo de Carlo Rustichelli.

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