La verdad es que el estreno como director del hijo de Dustin Hoffman, Jake Hoffman, no tiene desperdicio. Me atrevo a asegurar sin miedo a equivocarme que este trabajo va a pasar sin pena ni gloria por las salas de cine si es que llega a estrenarse para la gran pantalla, y es que es un trabajo no muy convencional, con aire muy independiente, pero que en el fondo tiene un halo romántico y triste muy a tener en cuenta. No sé, me ha gustado y éso que no tenía muchas esperanzas de que me interesara. Descubro aquí al australiano Benedict Samuel, quién me ha encantado, joven actor hermano del también actor Xabier Samuel, de gran parecido físico con él, que interpreta aquí a un joven heroinómano pero noble y soñador, romántico enamorado de una maravillosa Krysten Ritter, de gran parecido aquí con Penélope Cruz y actriz que ya me había llamado la atención en su anterior trabajo, "Ni en sueños". La química entre ambos es apabullante y a Ritter la cámara la adora, así de sencillo. Junto a ellos, un casi irreconocible Goran Visnjic, un Nick Nolte poniendo su inconfundible voz a ese hombre lobo que sirve de conciencia al personaje de Samuel y una Rosanna Arquette con pocos minutos en pantalla al igual que el cantante Iggy Pop. Dádle una oportunidad, no está nada mal.
Un saludo,
Tess