Divertida y ligera película la que nos traía en 1974 una joven y atractiva Barbra Streisand que ya, por aquel entonces, tenía bastante poder en el mundo del cine y decidía con quién quería trabajar y quién podía hacerle sombra o no. Aquí, se une al veterano director, Peter Yates, en una película que se pasa en un suspiro y que me ha hecho reír en más de una ocasión, una verdadera película de enredos, sencilla, sin mayor pretensión que poner en el candelero a la diva y aprovechar el gran encanto cómico que la Streisand tiene cuando quiere.

Aquí conocería la actriz y cantante al que sería su pareja sentimental y socio en sus tres películas siguientes durante los 70, Jon Peters, quien se encargaba de su peinado y estilismo capilar.

Para no hacer sombra al protagonista principal de la película, Yates acabó teniendo como partenaire de la neoyorquina al actor canadiense, de Quebec, Michael Sarrazin, un encanto de grandes ojos azules, discreto y adorable, atractivo y que fue durante un tiempo pareja sentimental e la actriz Jacqueline Bisset.

Parece ser que la Streisand nunca fue gran fan de la película final, algo que molestaba al director de la misma, Peter Yates, así que parece ser que no hubo gran química entre actriz y director, pero la película se deja ver muy bien, nos deja disfrutar también, además de la competente pareja protagonista Streisand y Sarrazin, de la maravillosa Estelle Parsons, que está francamente divertida como cuñada insoportable de la Streisand.
Un saludo,
Tess