Tengo que reconocer que tengo debilidad por Ben Stiller. Qué le voy a hacer, a mí siempre me ha gustado desde que se descubriera con la hilarante "Algo pasa con Mary". Desde entonces, rara es la película en la que aparezca que me deje mal sabor de boca. Esta no ha sido la excepción. Ben está divertido y tierno como en él es habitual y tiene una enorme química con su pareja en pantalla, la encantadora Jennifer Aniston, que está especialmente creíble y convincente. A mí me ha encantado su toque de desorden y desastre ( posiblemente porque yo también tengo algo de ello ). Es cansino leer los comentarios de los usuarios que no paran de "rajar" de ella desprestigiando su trabajo por el simple hecho de que esperaban ver a Rachel de "Friends" y se han encontrado con otro tipo de actuación. Son pesados, la verdad, nunca he visto una insistencia tan grande con un personaje de una serie de televisión como con éste. Ya está bien, el que quiera ver a Rachel de "Friends" que se trague todas las temporadas de la dichosa serie y punto. La Aniston lleva ya tiempo intentando quitarse ese sanbenito y queriendo demostrar que es una actriz competente y que hay vida después de la serie, pero parece ser que no se lo van a poner nada fácil. En fín, a mí me ha encantado. Junto a ellos, la peli tiene el acierto de contar con una serie de buenos secundarios como son el divertido y escatológico Phillip Seymour Hoffman, al que estamos acostumbrados a ver en dramones de alto standar y aquí se desenvuelve a las mil maravillas en su faceta cómica. Recuperamos aunque sea por poco metraje a los maravillosos Alec Baldwin y Bryan Brown, a los que siempre es un gusto verles actuar. Descubro la vena cómica de un gran desconocido como es el ex marido de Helen Hunt, Hank Hazaria, que está que se sale en su papel de exótico instructor de buceo y me gusta mucho Debra Messing, a la que habrá que seguirle la pista. No es la mejor película del año pero merece la pena su visionado.