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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
8
Ciencia ficción. Thriller Ambientada en un mundo futuro en el que no existe el anonimato ni el crimen, un detective se encuentra con una mujer que amenaza su seguridad.
10 de noviembre de 2020
21 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy aconsejable para los entusiastas del mundo futuro, Anon es una película cercana al estilo de Gattaca (1997) o mismamente al de Cypher (2002), que cubrirá de sobra las expectativas de estos aficionados. El guion, como puede verse, es del mismo autor que Gattaca. Luego, la música puede decirse que es similar a la de Michael Andrews en la película de Cypher, una música de lo más adecuada para los ambientes presentados.

En estas tres películas vemos un mundo idéntico, un mundo muy civilizado, seguro, controlado, es una visión en cierto modo optimista y opuesta al presentado, por ejemplo, en Cuando el destino nos alcance (1973); que sería la otra alternativa, la del mundo distópico o apocalíptico. En Anon destacan los fríos paisajes urbanísticos predominando los colores oscuros, el gris, el ocre, y sólo cuando se refieren al pasado, pueden apreciarse los verdes campos bajo el azul del cielo. La población viste igual, trajes oscuros, con corbata, e incluso vuelve el sombrero, estilos imperecederos, lo que no quita que la moda siga adelante y los comercios funcionen con ropa de vivos colores. Las calles están transitadas por vehículos clásicos, sin líneas futuristas, sin tráfico agobiante ni escándalos callejeros. Esta uniformidad, este mundo monocolor, nos habla de una supuesta igualdad social y es fácil intuir que la civilización ha ganado la partida al desorden, pero a costa de un control riguroso sobre el ciudadano. Y en Anon ese control es, ya, absoluto. Anon es una muy buena idea de lo que el futuro nos puede deparar.

Los archivos están incrustados en el cerebro, nuestro pensamiento es una pantalla que aparece ante nuestra vista para llamar por teléfono, pagar con códigos o recibir cualquier tipo de información, todo es mediante control mental. Nadie puede escapar a ese control, nadie puede mentir, cualquier dato es verificado. Sobre esta fantástica exposición es necesaria una propuesta que busque la alternativa, la contraposición para que exista la intriga, y para ello estarán los hacker. Los hacker representarán la prueba que la lucha siempre existirá contra el poder. Si las cosas van bien, siempre existirá alguien que quiera que vayan mal. Si las cosas funcionan, muchos querrán que no funcionen. Y, como decimos, si para que el bien común y la justicia triunfen debes ser un ciudadano sometido al control, más de uno querrá no estarlo.

Una entretenida película con un Clive Owen perfectamente elegido para el papel, que está soberbio. Un ritmo que no es que sea bueno, es que no hay otro para un planteamiento como el que se presenta, y un casting ideal para una película bien hecha que los adeptos al género agradecerán porque, por desgracia, poco cine hay de este estilo.
floïd blue
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