Entre esas películas desconocidas que cuando uno menos lo espera son descubiertas y entonces pasan a formar parte de las elegidas, me atrevo a señalar La piel en el asfalto, una película puesta en televisión hace más de 30 años y olvidada completamente.
En España, Robert Blake se dio a conocer con la serie televisiva Baretta, que fue un éxito tal que incluso dicho nombre se llegó a utilizar como adjetivo.
En 1967 alcanzó la fama con A sangre fría. Después se mantuvo entre las estrellas con otras intervenciones hasta que 5 años después actuó en Corky con una crítica favorable. Al siguiente año protagonizó ésta: La piel en el asfalto ("Electra Glide in Blue") y para mi fue suficiente para consagrarse como actor. En lo personal, la caída de la fama fue lenta pero total, parece ser que mató a su mujer de un tiro, aunque fue absuelto.
La piel en el asfalto es una de esas películas tal vez algo lentas que el espectador experto adivina rápido que está contemplando un producto de calidad e interesante y que merece la pena. Es una película dura e inquietante, triste, con un final de lo más violento habido y por haber que provoca una mueca amarga.
Película extrema e inhóspita y, con razón, de culto. Abstenerse Generación Y, Premium y posteriores.