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Voto de floïd blue:
7
20 de agosto de 2011
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Doris Day abandona a Rock Hudson y Tony Randall (ese crack sufridor) después de 3 inolvidables obras de humor y se une a Rod Taylor para seguir con lo suyo, las comedias tontorronas románticas.
El papel sigue siendo el mismo: mujer que se mete sin querer en equívocos de todo tipo que pueden afectar a su corazón enamorado.
En contra de lo que se suele decir, esta película puede verse perfectamente en su versión doblada al español porque es un doblaje perfecto y además así podremos disfrutar de Paul Lynde con la voz llorona de Jerry Lewis.
Doris Day vuelve a cantar Qué será, será, se vuelve a ofender como lo hacía con Rock Hudson y vuelve a salir con esos peinados, ese rostro inocente lleno de pecas y esas expresiones tiernas que derriten hasta a un tipo duro como Rod Taylor, perfecto también para estos papeles.
No es la comedia de risa que pueda uno imaginarse, lo que importa es el hecho que la ves con una sonrisa continua. Además que en este caso sorprende la agilidad con que está hecha. La base está en un argumento desenfadado acompañado de disparatadas escenas propias de los años Sesenta. Son comedias que abundaron en aquella época, difíciles que el público exigente de hoy día pueda conocer. La demanda cinematográfica actual con técnicas siempre innovadoras las hará permanecer casi como reliquias, aún así forman una interesante propuesta.
El papel sigue siendo el mismo: mujer que se mete sin querer en equívocos de todo tipo que pueden afectar a su corazón enamorado.
En contra de lo que se suele decir, esta película puede verse perfectamente en su versión doblada al español porque es un doblaje perfecto y además así podremos disfrutar de Paul Lynde con la voz llorona de Jerry Lewis.
Doris Day vuelve a cantar Qué será, será, se vuelve a ofender como lo hacía con Rock Hudson y vuelve a salir con esos peinados, ese rostro inocente lleno de pecas y esas expresiones tiernas que derriten hasta a un tipo duro como Rod Taylor, perfecto también para estos papeles.
No es la comedia de risa que pueda uno imaginarse, lo que importa es el hecho que la ves con una sonrisa continua. Además que en este caso sorprende la agilidad con que está hecha. La base está en un argumento desenfadado acompañado de disparatadas escenas propias de los años Sesenta. Son comedias que abundaron en aquella época, difíciles que el público exigente de hoy día pueda conocer. La demanda cinematográfica actual con técnicas siempre innovadoras las hará permanecer casi como reliquias, aún así forman una interesante propuesta.