Aquí la acción transcurre una década antes que la del traficante de droga Barry Seal, que hizo Tom Cruise en 2017. La película de Air America va de lo mismo, eso sí, distinto escenario: en vez de Centroamérica aquí es Laos; y en vez de Reagan, aquí está Nixon; por tanto tenemos un ir y venir de vuelos fantasmas con traficantes actuando en Laos apoyados por el gobierno USA, eso sí, si te he visto no me acuerdo. Aquí también se trata de ayudar al pueblo contra el avance comunista y lo hacen aportando víveres y armas, mientras, traen opio de allá a aquí para aprovechar el viaje. El negocio es el negocio.

La película transcurre en un ambiente de camaradería y es muy distraída, los dos protagonistas no causan fastidio. Downey, despuntando, y a Mel lo encuentras en sus mejores momentos; luego la chica, Nancy Travis, para animar el escenario y hacer la trama más divertida.

Mel despide simpatía por los cuatro costados, y Robert Downey Jr, igual. Extrañamente ni una crítica suspende esta película aunque la nota media sí la suspende (4,6), cómo no. Por supuesto, Barry Seal, el traficante, aprueba la nota media con holgura (6,6). Soy el espíritu de la contradicción, por suerte.