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Voto de Vivoleyendo:
10
7,3
10.859
Animación. Drama Cuenta la historia de un viejo mago que trata de no defraudar a una niña convencida de que sus trucos de magia son reales. Segunda película del director de "Bienvenidos a Belleville", basada en un guión de Jacques Tati que nunca fue producido. (FILMAFFINITY)
2 de marzo de 2011
57 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sylvain Chomet es un dibujante, animador y director joven, pero de la vieja escuela. De los que sienten apego hacia las cosas antiguas, empolvadas, abandonadas en rincones de los que pocos se acuerdan.
Es de la escuela de la nostalgia, de la añoranza, de la habilidad para romper el corazón de quienes todavía sonríen embobados ante los trucos de un prestidigitador de los de varita, chistera, conejo blanco y mangas y bolsillos de los que salen toda clase de pequeños prodigios. Puede deslumbrar a quienes hace llorar la decadencia de los ilusionistas en unos tiempos que ya no son para ellos, en los que la magia ya no existe y los trucos son sólo trucos que no interesan a nadie.
Fabricantes de bellos espejismos eclipsados por la modernidad.
Chomet ha captado con sutil sensibilidad el espíritu que insuflaba Jacques Tati a sus obras. El del milagro de lo pequeño, de la sencillez, de expresar con ausencia de palabras o con las justas, interpretando la tragicomedia agridulce del descarrilado social, todo corazón y nada de sentido práctico, que intenta sobrevivir en un ambiente carente de romanticismo, mientras él lo derrocha como un lindo ramo de flores que languidece en una impersonal oficina, como un poeta que recita en una plaza donde nadie lo escucha, como los músicos callejeros que intercambian su delicado arte por unas monedas con las que poder comer.
El mago va con su maleta, con su conejo blanco y con lo puesto de puerta en puerta, de un teatro de variedades a una taberna con espectáculos con los que entretener a los clientes, de empleo en empleo mal pagado y peor recompensado por un público escaso, cada vez más indiferente.
Ya no interesa ver a un señor mayor vestido con traje añejo, sacando objetos de la chistera o de las mangas, o transformando cartas en copas, o haciendo desaparecer o aparecer monedas.
Su habilidad es inútil, es una profesión en extinción. Tatischeff (apellido real del cómico que inspira este largometraje de animación) es un artículo anticuado. Las ciudades se le quedan grandes, como Londres.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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