... es la frase que mejor define este precioso drama infantil. Ya le comenté a un usuario buen amigo mío (siempre saludos para ti, A.) que me gusta mucho Alfonso Cuarón. Y lo reafirmo.
La trayectoria internacional de este director mexicano es cuando menos sobresaliente, al menos según mi criterio. Todavía no he visto ninguna película suya que me haya decepcionado, siendo su cumbre "Harry Potter y el Prisionero de Azkabán" (de lo mejor del género fantástico que jamás he visto), aunque ahora que lo pienso "La princesita" no se queda atrás.
Con una sensibilidad fuera de lo común, y una más que probada maestría para introducirse en el mundo de la infancia y de la adolescencia con toda naturalidad, nos regala uno de los más maravillosos cuentos de hadas que se han rodado en la historia del cine.
Esta película posee una apariencia sencilla, no ha revuelto el mundillo del celuloide y ha pasado modestamente pero dignamente por las pantallas, sin gran publicidad ni alardes vocingleros. Pero es sin duda uno de esos productos de gran calidad que pasan bastante desapercibidos pero cuyas cualidades son apreciadas cuanto más se saborea.
Nos narra la historia de una niña huérfana de madre, que vivió en la India con su padre, al que adora. Cuando la guerra estalla en Europa y el padre es enviado al frente, la hija se queda en una residencia, en Nueva York, en la que acogen a niñas desamparadas. Muy pronto, la pequeña protagonista descubrirá lo dura que es la vida para una niña sin padres, la maldad de algunas personas de su entorno, los crueles prejuicios de clases y de razas... Cuando su padre aparece en la lista de desaparecidos y se le da por muerto, incluso es desposeída de sus pertenencias y conocerá el sabor de la pobreza.
Pero esta niña posee algo que alumbra su triste camino y el de quienes creen en ella y permanecen a su lado: esperanza, sueños y fe en la magia.
Alguien muy especial le dirá: "Todas las niñas son princesas".
Tal vez, si creemos lo suficiente, con la fuerza de la princesita de este bello cuento, nuestros sueños se cumplan. Como le dije ayer a mi buen amigo A., "los sueños que no se cumplen son los que no se tienen".
Dedicado a ti, A., y a todos los que disfruten como yo de una de las películas más bonitas de Cuarón.