Interesante filme que ofrece una variante a la conocida versión de la historia sobre el Dr Jeckyll y Mr Hyde, donde cambiamos precisamente de género a la representación maligna que surge del interior del doctor. Así tenemos a una atractiva joven en lugar del monstruoso Hyde, aunque esta manifestación interna es igual de despiadada que la clásica que ya conocemos.
Es una cinta creativa en su premisa, y está originalmente desarrollada en pantalla con poco dinero y con bastante imaginación para sacar adelante la idea.
Es atrapante esa constante batalla interior de personalidades que sufre el protagonista principal, trazándose de esta manera un filme psicológico bien desplegado, pero que tampoco pierde de vista el ser una opción sangrienta y morbosa.
La historia del filme escarba en la idea del ser humano por conseguir el elixir de la vida eterna, donde de fondo se despliega una ambigua y sórdida cuestión ética sobre si los fines justifican los medios avalando el hecho de hacer el mal para obtener el bien.
Es una cinta sensual y seductora en sus variantes, donde el vaivén entre lo masculino y lo femenino desata polémica ya que se insinúa mucha manipulación despiadada de sentimientos y viles ansias de asesinar.
En fin, una película interesante en sus planteos “reinventivos” del mito, que atrapa en su singularidad y que resulta sugerente en su dualidad genérica descrita y en su lóbrega ambientación (las calles londinenses con neblina, muy similares a las versiones de Jack el destripador)
Vale la pena darle una oportunidad, es un producto que toma distancia de los convencionalismos ya muchas veces vistos en el género.