Las dos protagonistas interpretan realmente bien sus papeles. Al final, aunque Abigail sea un poco psicótica es Melissa quién tiene un fuerte problema de autoestima. Poco a poco el guion y sus personajes van dando un giro de 360 grados. Abigail se nos presenta al principio como una chica con problemas, con la que todos sus compañeros se meten y que es prácticamente invisible. Melissa sin embargo parece la típica chica popular de insti. Segura de sí misma y que tiene a todos revoloteando a su alrededor. Pero en realidad Melissa necesita la aprobación de todos y así se deja ver cuando es Abigail la elegida para ser la protagonista de la obra "Las brujas de Salem". Es en ese momento cuando Melissa empieza a hacerse pequeña y Abigail cambia completamente a todo lo contrario. Se hace más segura, se crece, sabe que es la favorita, incluso cambia su forma de vestir y se convierte por momentos en la mirada de todos sus compañeros.
Definitivamente, para una directora y actriz tan joven lo ha hecho bastante bien. El guion es ligero, tiene ciertos agujeros, pero ha sabido llevar bien la historia.
Y no hemos hablado del profesor, que se mete en un "charco" de los buenos. Aburrido y un poco hasta las narices de su novia temperamental y posesiva se encapricha de la que parece una dulce Abigail. Pronto descubrirá que ni es tan dulce ni tan inocente.
El final es inesperado, al menos en mi caso no imaginaba que fuese a dar un giro así.