-El mundial de Naranjito ( aunque el recuerdo sea ya difuso).
-Fernando Martín, Magic Johnson y Larry Bird.
-La caída del Muro (aunque todavía no comprendiese bien del todo lo que significaba todo aquel alboroto).
-La ilusión de ver a Superman cruzando los cielos de Metrópolis.
-El delorean de “Regreso al Futuro” (el coche que todos deseábamos tener).
-Europe y su “The final countdown” (todos la cantábamos sin saber ni papa de Inglés).
-Los especiales de fin de año y las tetas de Sabrina ( sin comentarios).
-El agujero de la capa de ozono ( antes del cambio climático ya nos anunciaban el advenimiento inmediato del Apocalipsis).
-“Barrio Sésamo” (el que no haya conocido a “espinete” directamente no ha tenido infancia)
-Casimiro (a éste lo odiaba).
-“Verano azul” y la muerte de Chanquete (el niágara en mi salón).
-“Superdetective en Hollywood” (todavía hoy intentamos copiar esa hiperbólica autosuficiencia de Eddie Murphie).
-“Terminator” (con sus inagotables chascarrillos).
-La ruta del “bakalao” y a su gurú Chimo Bayo (bueno, yo supe de ella sólo por la tele).
-Los sábados tarde y sus “Érase una vez...” en la TV.
-“ET”, los “Gremlins” y los “Goonies” ( a quién no le hubiese gustado vivir una aventura así cuando era crío).
-El "un, dos, tres" ( el de Mayra, ya que gracias a ella podíamos acostarnos tarde los viernes por la noche).
-El accidente nuclear de Chernobyl (y el pánico que despertó).
-La pasión estúpida de nuestras hermanas por los Hombres G, los “New Kids on the block”, Jason Donovan... (hay cosas que nunca cambian).
-Los videos Betas (y la expectación agitada de programar a escondidas esa película que emitían a la 1 de la madrugada).
-La música tecno (la de technotronic).
-Los Spectrum.
-Maragall levantándose de su asiento después de que se anunciase que los juegos se iban a celebrar en Barcelona ( mención especial para Curro y a esos viajes del colegio para la Expo).
Y por supuesto:
-Kelly Lebrock y su contoneo con ese vestido rojo al son de “The woman in red”.
Nota:
A todo aquel que quiera insuflarse en vena una ración de pura nostalgia, le recomiendo que vea nuevamente esta película, ¡por dios, cuánta, pero cuánta nostalgia!