Manuel Lamana y Nicolás Sánchez-Albornoz fueron detenidos en la Semana Santa de 1947 por hacer una pintada en los muros de la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid. Nicolás fue condenado a seis años de cárcel y Manuel a cuatro. Tras pasar por el penal de Carabanchel, pidieron el traslado al Valle de los Caídos porque pensaban que desde él les sería más fácil escapar. Allí coincidieron con otros 550 presos políticos que trabajaban en la construcción del monumento más emblemático del franquismo. El 8 de agosto de 1948, burlan a los vigilantes y se adentran en la sierra madrileña.
Pero no estaban solos en la huida. Desde París, Paco Benet, un joven estudiante español de antropología, convence a su novia americana, Bárbara Probst (conocida periodista en USA, no muy contenta de la caracterización "frívola" de las chicas en su opinión), para que colabore en una acción antifranquista. Con ellos viajará a España otra americana llamada Bárbara Mailer. Tras recoger a los fugitivos emprenden camino hacia Barcelona mientras la Guardia Civil los busca por la sierra de Guadarrama. En Barcelona, el guía que tenía que ayudarles a cruzar la frontera no aparece, por lo que deciden lanzarse al monte y llegar a Francia por su cuenta antes de que se difundan sus fotos por todo el país (nadie les persiguió). Entre tanto sus colaboradores cruzan la frontera en coche, Benet por el País Vasco y las dos americanas por Puigcerdá. Ellos tardan tres días en llegar a Francia por las montañas. Se entregaron a las autoridades francesas y el 15 de agosto, una semana después de escapar del Valle de los Caídos, son trasladados a Perpiñán y son documentados por el Gobierno francés. Su aventura había terminado. (Extracto de La Revista de El Mundo nº 150)