Varsovia, año 1981.
Los tanques del ejército polaco han tomado las calles de la capital, buscan algo, buscan alguien, pero ante todo buscan acabar con las ideas de un colectivo de personas, las que en agosto de 1980 crearon el sindicato Solidarnosc, Solidaridad.
"Conspiración para matar a un cura" se basa en la real historia del sacerdote católico Jerzy Popieluszko, que fue asesinado por la policia polaca en 1984 por su implicación en el sindicato Solidaridad. Este crimen fue conocido después por la opinión pública.
La película nos muestra la historia, bastante novelada, de un joven sacerdote que está muy unido a la lucha política que se ha iniciado en su país. Sus feligreses está muy unidos a él y la jerarquía eclesiástica no deja de pedirle que se modere. Pero el padre Alec (más que aceptable interpretación de Lambert) no deja de hacer sus letanias por Polonia.
Frente a él encontramos al sabueso, el policía político, Ed Harris (soberbio, como siempre), que busca por todos los medios conseguir callar al sacerdote. Una persecución que no sólo hará tambalear toda su estructura familiar, sino también la de todo el estado.
La película esta muy bien dirigida por Holland, quien, como buena polaca, estaba muy unida a las ideas de Solidaridad. Además cuenta en su banda sonora con la magnífica voz de Joan Baez, con su increíble canción "The many crimes of Cain".
Y es que la historia de Popieluszko es una historia reciente de hermanos que matan a hermanos en una sociedad, como la polaca de los años 80 que no nos es muy lejana, la de las luchas sociales, la de los derechos recuperados, los sacerdotes y contrarios políticos asesinados y la de los tanques en la calle. La Polonia de Juan Pablo II.
La Polonia de Solidaridad.